lunes, 25 de enero de 2016

Nieblas de enero en El Plano




Domingo, 24 de enero de 2016


Otra vez se han echado las nieblas y eso nos complica las excursiones. 
Salir al campo, aunque conozcamos el terreno, tiene sus riesgos. Los caminos aparentan no tener fin y las referencias del paisaje no existen. 
Hoy vamos a pasear por el camino ancho de Don Galindo y subiremos al Plano. Esperemos que despeje la niebla enseguida. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 7º y la farmacia 5º. El ambiente es frío y húmedo. 

Berzas en enero, saben como carnero. 

Rosa nos está esperando en su casa. Juanjo se va hoy de pesca.
Por los "enredos" tomamos la salida del Camino de Falces. El campo está solitario y oscuro. 
Por la cuesta de la Celada vamos adivinando la dirección de los caminos que encontramos a dcha. e izda. 
- Este que sube va al corral de Reinaldo. En cambio el de la izda. nos llevaría hasta el Plano.


Entre la niebla, una pequeña caseta recién rehabilitada, emerge junto a un gran pino. Entramos a echar un vistazo.


Han hecho un buen trabajo. Hace poco más de un año, pasamos por aquí y amenazaba ruina. Con trabajo y buen gusto se mantienen las cosas. 
Volvemos al camino. Entre campos de cereal y maizales, llegamos al nacedero de la Fuente de Resano. Son las 08,50 horas.


Zarzas y algo de basura son lo único que se puede ver. Ni rastro de fuente ni de manantío. Pero nos contaba Gabriel "Margain" que sus abuelos, que vivían en el Caserío de Cortés, cogían el agua de aquí, cuando se secaba la fuente de la orilla de la carretera. 
Salimos a la Cuesta de la Calera y tomamos el camino que va paralelo a la carretera de Miranda. 
El bosque del Plano es una masa informe que aparece y desaperece de nuestra vista. En los cruces de caminos reconocemos el que debemos seguir. 
Nuestra idea es llegar hasta la caseta de Morán y, desde allí, subir al Plano. 
Seguimos avanzando. Aunque miramos constantemente a nuestra izda. no vemos ni rastro de la caseta.

- Estará un poco más adelante. Después de esa curva. 

Y después de la curva, la ladera, sorprendentemente, se vuelve amplia y adivinamos que es una pieza demasiado grande para la situación en donde creemos estar. 
Hay que consultar el GPS. 
La niebla nos la ha jugado. Hemos rebasado la caseta de Morán y la de los Gregoricos ¡y no las hemos visto!
Como estamos muy cerca de la senda que sube a la caseta del Plano, nos encaminamos hacia alli.


09,45 horas. Caseta del Plano. El sendero, en su tramo final, nos acerca hasta la Mata de Gabino y llegamos al edificio. 
Sentados en el banco del pequeño porche, sacamos los bocadillos y almorzamos. 
La mañana sigue fría, oscura. 
Los pinos del Alto del Predicadero ofrecen una imagen fantasmagórica. 
El campo está en silencio, como muerto. 
Iniciamos la vuelta a casa. 
El paseo, entre encinos y chaparros, es agradable. 


Llegamos al camino principal.
De entre los árboles, dos ágiles perros salen a nuestro encuentro. 
La figura conocida de un hombre aparece entre la niebla y llega hasta nosotros. 

- A pesar de la niebla, te hemos conocido nada más verte.
- ¿Por el puro?
- No. Por los andares. 

Ignacio nos dice que ha dejado el coche unos metros adelante y que, poco a poco, se va a acercar hasta la Caseta.
Atravesamos el Raso y llegamos al Corral. Son las 10,50 horas. 

¿Un aeródromo en Tafalla? 
Este era el artículo de un comentario de prensa, que hacíamos allá en el año 1975. Decía así: 
Recogemos el rumor callejero que circula insistentemente en la ciudad. De tener alguna base de verosimilitud, su importancia sería notable para el futuro de Tafalla. 
Se trata nada menos que de la posible instalación de una aeródromo en el Monte Plano, teniendo en cuenta las innumerables condiciones que este lugar ofrece en todos los aspectos para la actividad aeronáutica. 
De este asunto se ha hablado muchas veces desde ya hace medio siglo; vimos posarse aquellos "Hispano Suiza", que estuvieron unos días "aparcados", constituyendo todo un espectáculo para la ciudad. 
Nos limitamos a recoger el rumor sobre la "resurrección" de este viejo proyecto. 
Por su extensión (500 hectáreas), condiciones geográficas y estratégicas, no dudamos que en un futuro este terreno será, a no dudarlo, un importante aeródromo. (José Menéndez)(Retazos de historia tafallesa)


El camino que sale a la izda., junto al edificio, nos conduce hasta la senda del Paseo de los Enamorados.
En verano, cuando aprieta el calor y volvemos de Cabriteras o de Santa Brígida, adentrarse en este arbolado es un alivio. 
Hoy, el ambiente es frío e invernal, pero sigue teniendo el mismo encanto. 
Por la Cuesta del Melón llegamos hasta la finca de Txirolas y le hacemos la visita reglamentaria.


Hablamos un poco de todo: de piedras, lápidas, cruces, plantaciones, ... y hasta de unas cerámicas antiguas que se hacían en Tafalla y que Txirolas está empeñado en saber más de su fabricación. 
Retomamos el camino principal y volvemos. 
Hacemos la entrada a la urbanización por donde hemos comenzado el paseo. 
Caminando por las aceras nuevas, calculamos que estamos a la altura de lo que era el Árbol del Gitano y, a unos cuantos metros, enfrente, de lo que se conocía como la Era de Cañas, según las indicaciones que nos dió Juampe. 
La Tafalla que fue. 







lunes, 18 de enero de 2016

San Antón en Valmediano




Domingo, 17 de enero de 2016


Ayer nevó en Tafalla. Los tejados amanecieron blancos y, aunque en el pueblo se deshizo pronto la nieve, los montes cercanos permanecieron blancos. 
El monte de Valmediano, que también se denomina Montmediano, está 52 m más alto que Tafalla. 
Hoy vamos a dar una vuelta por allí y comprobaremos si ha aguantado la nieve. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 3º y la farmacia 1º. 

Por San Martino (11 de noviembre) las nieblas vienen ya de camino; por San Antón (17 de enero) barre las nieblas a un rincón. 

El cielo está blanco, de panza de burra. El viento frío del N sopla suave y cortante. 
Junto a la plaza de toros, cruzamos al otro lado de la vía. 
Abandonamos el camino del Escal y entramos en Las Pozas. 
A mano dcha. las fincas de recreo contrastan con los campos que tienen enfrente. 
Al magnífico olivar de Azcona le han dado una limpia de ramas. 
Por debajo del puente de la autopista, llegamos al Pontarrón. 



El espectáculo que tenemos delante nos hace detenernos. 
El amanecer rojizo ilumina las sierra de Ujué. Guerinda y Txutxo tienen las crestas blancas. 
La nieve rodea al Santuario como si un niño ilusionado hubiera decorado el castillo de un belén. 
Junto a nosotros, Valmayor se extiende espléndido. Es un verde tapiz que se pierde en la muga de San Martín. 
En los pinos de Santa Marina o, como los conocemos, de la Choza de Modesto, las ramas han creado una tupida maraña. 



A un viejo pino le ha fallado el terreno y ha caído sin remisión. 
El camino que sube a Valmediano es ancho y nuevo. 
Al doblar una curva, contemplamos el Moncayo. 


Sus 2.314 m muestran altivos la gran nevada que soportan. Nuestros vecinos de Olite, apretados junto al castillo, miran inquietos la inmensa mole blanca. 
Dejamos el camino y orillamos una pieza sembrada.


En la isleta central, una vieja cabaña de piedra se esconde entre los chaparros buscando abrigarse del cierzo. 
09,15 horas. Montmediano. 473,1 m de altitud.

Ni rastro de nieve. 
El frío es intenso. En el O. Montejurra y Monjardín contemplan con envidia la Sierra de Codés. La cima de Yoar, así como toda la montaña, se ha vestido de blanco. Entre Larraga y la Sarda, la niebla se disipa en finas hilachas. 


El abuelo había heredado una hacienda regular que después amplió. Tenía alguna finca por la carretera de San Martín, también en Valmediano y en el Monte, así como en Galloscantan, junto a la tejería. Tambíen alguna viña cuyos frutos aprovechaba para hacerse él mismo sus propios vinos. Recuerdo la bodega como algo misterioso, donde el abuelo elaboraba sus deliciosos vinos. Tenía unas grandes barricas de auténtico roble americano. El abuelo era garapitero y tenía una rara habilidad para la cata. No precisaba analizar los vinos, con sus portentosos sentidos del olfato y del gusto bastaba.

  • "Este vino se va a pi…..car".
Si así lo sentenciaba, irremisiblemente se volvía vinagre.
Su especialidad eran los vinos de lágrima. Yo los llegué a probar y todavía recuerdo su inconfundible sabor. (Juan Carlos Lorente Martinena)(Nicolás, nuestro abuelo)


Bajamos. 
Por la orilla de una pieza llegamos a las piedras grandes. 


Inmóviles y sólidas, son un enigma para los vistantes de este lugar. 
Volvemos al camino principal y llegamos a Valmayor. 
La cercanía del Refugio de Los Doce, tan querido por nosotros, nos anima a acercarnos y almorzar. 
Cuando caminamos por una gran curva, miramos los cerros próximos. Estamos en el borde de la Falconera y el topónimo, como siempre, nos parece entrañable. 
10,00 horas. Refugio de Los Doce. 


Entre el Canal y la carretera , custodiado por los apóstoles, se halla el edificio. 
El interior está limpio y ordenado. 


La imagen de la Virgen, que con tanta emoción talló Miguel Valencia, recibe al visitante.
Protegida por un cristal, sobre una sólida columna, es visitada y admirada por cuantos se acercan hasta allí. 
Junto al ventanal, apoyados en la mesa, almorzamos disfrutando de unos breves rayos de sol que caldean ese rincón. 


El exterior también está limpio y cuidado. 
Bajamos a la carretera y volvemos a Valmayor. 
Entre sembrados y viñas, el viejo camino nos acercar hasta los edificios. 
11,00 horas. Caserío de Valmayor o de Fernández. 
Tres perros encadenados nos dan la "bienvenida". 


Ladran y saltan como si hubieran enloquecido. 
Pasamos junto a ellos y no queremos ni pensar que sucedería si rompiesen la cadena. 
Nos acercamos a la balsa. 


Está casi llena. 
El agua turbia llega hasta el borde y cubre la pequeña rampa de tierra de la otra orilla. 
Volvemos para casa. 
Cuando pasamos junto a la Ermita de San José, Juanjo me propone que subamos un momento al cerro del Serrallo. 
Un sendero junto a una casa nos acerca hasta el montículo. 


No queda ni rastro de la construcción, pero se puede apreciar perfectamente el foso que rodeaba al fuerte. 
Juanjo se recrea con la vista y me cuenta: 
- "La Tafalla que divisiba desde aquí Espoz y Mina, cuando cañoneaba el convento de los Franciscanos (hoy Pasionistas), era bastante diferente. 
Las tropas francesas, en los primeros años del siglo XIX,  habían ocupado la ciudad y el convento era un buen almacén para su intendencia. Espoz y Mina, desde esta altura y con el río de por medio, los hostigaba sin descanso"


Pasamos de nuevo bajo la vía y nos acercamos a ver el río. 
En la presa de San Andrés, también conocida por la de la Estación, el agua salta con ganas. El Pozo Redondo recibe las aguas alborotadas y las remansa. Por fin ha llovido. 



martes, 12 de enero de 2016

Montes Julio y Lerga



Domingo, 10 de enero de 2016


Hace casi tres años que no subo al monte Julio y tenía ganas de dar una vuelta por los montes valdorbeses. También quería enseñar el lugar a mis acompañantes. Juanjo ha pateado mucho la zona en busca de setas, pero no conoce la cima. A ver si no llueve y podemos hacer la excursión. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 11º y la farmacia 9º. El cielo está cubierto y chispea un poco. 

Si en enero hay flores, en mayo habrá dolores. 

Aparcamos en la plaza de Olleta. Una lluvia fina e intermitente nos da la bienvenida. A la preciosa iglesia románica le están haciendo arreglos. Los andamios se abrazan a la torre, por encima de los nogales y chopos de la ribera del río. 
Empezamos a andar.



El viejo puente medieval está cerrado y eso nos obliga a dar una vuelta. 
Salimos del pueblo y encaramos una pista blanca que, unos pocos metros adelante, abandonamos. 
El camino viejo se pone cuesta arriba. La lluvia, en algunos momentos, para y nos permite andar mas desahogadamente. 



La subida es suave, lenta. Los molinos agitan lentamente sus aspas. De los cerros cercanos vienen sonidos de escopetas. 
Algunos perros, inquietos y curiosos, se acercan a olisquearnos. El cazador, escopeta al hombro, los llama y nos hace un saludo seco con la cabeza. 
Al llegar al camino blanco, tomamos la senda que sube hacia los molinos.
El tercero de ellos está plantado en la cima. 



09,50 horas. Monte de Lerga. 980 m de altitud. Un pequeño montón de piedras, a modo de hito, indica la cumbre. 
Ha parado de llover y hacemos una parada para contemplar el paisaje. 
La Peña Unzué y la Higa trazan una línea que termina en Izaga. En el O., Montejurra tiene una cortina de agua que amenaza con llegar hasta aquí. 
Inspirado por la vista de la Peña de Izaga, a Juanjo le sale uno de sus famosos ripios: 

                     Estar en Julio, en enero,
                     es cosa poco frecuente;
                     pero lo puedes hacer, 
                     con la Peña Izaga enfrente. 

Sin comentarios. 
Bajamos al camino principal. 
Tras un par de curvas divisamos el sendero que nos llevará a Julio. 
Un cazador está en la orilla. 

- Hoy ¿qué estáis, al conejo?
- No. A la perdiz... y si se ve alguna becada, pues también. 

El camino viejo que sube se pone bonito. Los bojes y los robles lo flanquean mientras el aroma intenso de bosque limpio y húmedo nos llena los pulmones. 




Un par de yeguas nos miran sorprendidas al otro lado de la alambrada.
Otra vez llueve. 



Hago una parada y le digo a Juanjo que he encontrado una trufa. Incrédulo se agacha y sonríe. Es un trozo de madera que da muy bien el pego. 
10,30 horas. Monte Julio. 



La cima esta rodeada de árboles y las vistas son nulas. Un pequeño poste sirve de información al visitante. Aprovechamos para almorzar. 
Juanjo me da unas notas que ha tomado de la Gran Enciclopedia de Navarra:

Monte. Elevación montañosa, con una altitud de 998 m, que se alza al norte de Lerga. Los materiales que lo conforman son areniscas, limos, arcillas alternantes, pertenecientes al Oligoceno - Mioceno (Chattiense - Aquitaniense). Las areniscas son de grano muy grueso y se han depositado en condiciones fluviales. (Tomo VI, pág 323)

La bajada, aunque es agradable, hay que hacerla con cuidado. 
La estrecha senda, cuando coge pendiente, provoca resbalones que terminan en culetadas. 


En la orilla del camino blanco hay dos grandes rocas. Parecen indicarnos el desvío para volver a Olleta. La niebla se ha echado encima de Lerga y sube, deshilachada, hasta nosotros. 
En la ladera del Julio se encuentra el despoblado del mismo nombre y que desde aquí no vemos. 
Juanjo también ha tomado notas de la Gran Enciclpedia Navarra.

Lugar desolado y antiguo. Distrito municipal de Ezprogui. Val de Aibar. 2 fuegos en 1845; 19 habitantes en 1852; 17 en 1887; 4 habitantes en 1930; 1 en 1940; nadie en 1950. 
Pasa a pertenecer al Patrimonio Forestal de Navarra (con Sabaiza, Usumbelz, Guetadar, Arteta, Loya, Gardalain e Irangoiti... forman la finca de Ezprogui de 3.465 ha (pino laricio de repoblación, pino silvestre y roble).
En 1802 era uno de los 7 lugares de la Vizcaya. 2 casas con 18 almas del mayorazgo de Mendinueta. Con las reformas municipales de 1835-1845, Julio pasó a formar parte del municipio de Ezprogui. (Tomo VI. pág 323).

En el primer desvío a la izda. continuamos para dar un giro de 180º. 
Orillamos un sembrado y nos llenamos de barro. 
El pequeño regacho que llevamos a la izda y que más abajo se convertirá en el río Sansoain, nos conduce hasta el final de una pieza sin salida. 
Volvemos unos metros para atrás y encontramos un paso, bastante malo, para cruzar el pequeño barranco. 




Ayudados de los bastones y con buen humor, conseguimos llegar a la otra orilla. 
El lugar es fantástico. La senda, poco a poco, se va haciendo más ancha. 
El pequeño regacho también crece y sus aguas cantarinas nos van a acompañar todo el trayecto. Salimos al camino de Uzquita. 




Las ruinas de un corral cierran una pequeña curva del camino.





Detrás de la fachada descubrimos que la ruina es total. 
Seguimos bajando. 
El día ha cambiado para mejor. Además de no llover, el sol comienza, tímidamente, a iluminar las laderas más altas. 
Al otro lado del río Sansoain divisamos las ruinas del Corral del Herrero. 



Y junto al camino, el Corral de Urteaga también se ha hundido.  
El río cada vez nos queda a mayor profundidad. 
12,20 horas. Debajo de una mole de rocas, hacemos una breve parada en la Cruz de Hierro. 



Leemos en internet:


Cruz monolítica situada en el camino de Uzquita. Tallada de arriba abajo en ornamentación barroca. Cruz calvario más que cruz de término. En su cuerpo lleva esculpidos los instrumentos de la pasión. 
Sin grada ni base, arranca el bloque de un conglomerado de cantos rodados unidos por mortero. La cruz cimera, esculpida en el mismo bloque monolítico, está rota en su casi totalidad y sustituida por una sencilla cruz de hierro con remates flordelisados. El cuerpo único de la cruz parece querer representar simbólicamente el pecado del hombre y la redención. 
Obra sin duda de algún mazonero popular de fines del siglo XIX. 
Antiguamente los vecinos acudían en procesión el día de San Marcos.


A las 12,30 horas entramos en Olleta. La mañana ha mejorado, aunque al final la lluvia no ha sido muy intensa y nos ha permitido disfrutar de la cima del Julio y del bonito valle que atraviesa el camino de Uzquita. 


Este enlace se puede ver el recorrido de hoy









lunes, 4 de enero de 2016

El despoblado de Baigorri



Domingo, 3 de enero de 2016

Empezamos el año saliendo de Tafalla. Hoy nos vamos a Baigorri. 
Entre Larraga y Oteiza, a las orillas del Ega, hay un despoblado que merece la pena conoceer. 
El amigo Sergismundo me pasó no hace mucho tiempo este recorrido. Hace tres años había guardado el que publicó Patxi Olite, que arranca de la carretera que va a Lerín. 
Me decidí por el de Sergio, así que le propuse a Juanjo que diéramos una vuelta por allí. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 7º y la farmacia 6º. El cielo está muy nublado. La predicción de agua dice que empezará a llover a partir de las once de la mañana. Salimos con el coche.

La lluvia de enero hasta la siega conserva el tempero. 

A unos veinte kilómetros de Tafalla, en la carretera de Estella, se encuentra la entrada a nuestro paseo de hoy. Sergio indica que es la Cañada de Milagro a Aezkoa.
El camino es bueno para andar. Lo transitan vehículos agrícolas y todoterrenos de cazadores. 
Los campos de cereal verdean esperando las prometidas aguas. 
Hay olivares bien cuidados, pero al menos en esta zona, ninguna viña. 
En el trayecto abundan las casetas de piedra. La mayoría están bien construídas.


Algunas se situan sobre los cerros.




Y otras ocupan los ribazos próximos a las piezas. 
A poca más de tres kms tomamos el camino que sigue a nuestra dcha. El paisaje cambia de forma brusca. 
A los campos de cereal y olivares se añaden las encinas. El arbolado a partir de aquí comienza a ser abudante.

Sergismundo en Wikiloc: "El inicio del camino discurre por la CRMA entre cultivos. A los lados del camino nos encontramos gran cantidad de antiguas casetas, mojones delimitadores de la cañada y alguna nueva construcción, que nos dan una idea de lo importante y transitada que fue esta cañada"

El camino asciende suavemente. 



Un letrero nos recuerda dónde estamos. 
Cuando hemos caminado aproximadamente un km, nos desviamos a la dcha. y nos andentramos en el pequeño encinar. 





09,20 horas. Ermita de San Bartolo. Está bien conservada aunque, según comprobamos en su interior, no queda ni rastro de dedicación al culto. Ha quedado convertida en un refugio de cazadores. 




Los letreros del exterior ruegan algo que debería de ser obvio en los visitantes. 



El otro letrero es un poco más expeditivo. 





Sergismundo en Wikiloc: "Conforme vamos ascendiendo hacia S. Bartolomé el paisaje cambia, y los cultivos dejan de ser extensivos para alternarse sembrados con manchas de encinos y matorral mediterráneo. El camino se torna cada vez más agradable, y las vistas también se van haciendo mejores conforme subimos.
Una vez arriba de S. Bartolomé y de su vértice geodésico, el camino se dirige en suave bajada hasta el despoblado de Baigorri".
Junto a la ermita, en el montículo, se encuentra el vértice geodésico. Cosultamos el altímetro: 516 m. 





Bajamos a la ermita y, entre la maleza, encontramos una piedra bien labrada sin inscripción alguna. 
Volvemos al camino principal.
La cuesta abajo nos hace pensar que a la vuelta hay que subirla. 
Los sembrados son extensos. Ya no hay olivares. 
Nos detenemos un momento. Un zorro de buen tamaño sale de entre los encinos y emprende la huida, ocultándose unos metros adelante. 





Al ir aproximándonos a nuestro destino una gran humareda blanca nos llama la atención.  En el despoblado descubriremos de qué se trata. 






10,15 horas. Despoblado de Baigorri.
El primer edificio importante que nos encontramos es la iglesia. 




Estuvo dedicada a la Purísima Concepción. 






Queda en pie una pequeña parte del ábside románico. 



Y una pared que conserva algunos capiteles. 




Nos acercamos a la casa-palacio con la intención de almorzar, junto a la fachada que mira al Ega. 





Un pequeño frontón nos llama la atención. 
El caserón está en el extremo del cerro.








Por lo que hemos podido averiguar, es de estilo renacentista, de la primera mitada del siglo XVI. Conserva las columnas y ventanas, pero el resto de elementos decorativos han desaparecido. 
Recostados en su pared reponemos fuerzas. 



En la otra orilla del Ega observamos el origen del humo, que no es humo, sino vapor. La papelera de Allo hace la réplica moderna a las ruinas que estamos visitando. 
Vovemos para casa. Comienza a llover. 
Echamos, de nuevo, un vistazo a la iglesia. 









Aunque el peligro acecha, la curiosidad nos puede. 
El camino que hemos bajado, ahora hay que subirlo. 
El paraguas se hace imprescindible porque, aunque el agua cae suavemente, va calando sin remedio. 

Sergismundo en Wikiloc: "La vuelta la realizamos por el mismo camino que hemos traido, pero no deja de ser interesante observar cosas que durante la ida van quedando a la espalda".



Abandonamos un momento el camino para visitar un pequeño colmenar. 
Junto a una caseta de nueva construcción, media docena de vehículos están aparcados. Los cazadores, guarecidos en su interior, nos miran incrédulos al vernos pasar. 
A las 12,10 horas estamos en el coche. Desde la salida del despoblado no ha parado de llover. El campo va a agradecer estas aguas. Volvemos para casa. 

Publicaciones consultadas:
http://despobladosnavarra.blogspot.com.es/2011/11/baigorri.html
http://www.lebrelblanco.com/anexos/atlas-OteizaSolana-Estella.htm
Excursiones por los pueblos perdidos de Navarra (Juan Mª Feliú)

En este enlace se puede ver el recorrido que nos facilitó Sergismundo y que es el que hemos seguido hoy.