martes, 6 de octubre de 2015

La fuente de Don Galindo





Domingo, 4 de Octubre de 2015

Caminar el primer domingo de octubre nos trae algunas dificultades. A las 8 solemos ir a la procesión de los Muros. Después, a la misa de la Aurora y, por último, al almuerzo con que obsequian los auroros a los asistentes. 
En resumen: se hacen las 10,30. 
Y, además, se pone a llover. 
Es igual. El amigo Sergismundo (este muchacho es un filón) me envió hace menos de una semana un recorrido muy interesante. 
Visitar la fuente de Don Galindo y dar una vuelta por el Plano. 
Finalizaba su correo: "así que me imagino que en breve iréis para allí".
¡Cómo nos conoce!
A las 08,00 horas Magán marcaba 13º y la farmacia 12º. El cielo, igual que ahora, cubierto y negruzco.
Paraguas, chubasquero y gorro para el agua. 

La otoñada segura, San Francisco la procura

Aparcamos el coche en la Cuesta de la Calera y comenzamos a andar por el camino nuevo que va paralelo a la carretera de Miranda. 
Comienza a llover. 
La mañana se pone rara. Es uno de esos ratos que no está para abrir el paraguas, pero que si no lo abres, te vas calando sin darte cuenta. 
Entre campos en barbecho y viñas vendimiadas llegamos a la fuente.




11,00 horas. Fuente de Don Galindo.
La balsa esta cubierta de aneas. El manantío está oculto entre tanta vegetación.
En este punto nace el Barranco Grande de Candaraiz. 
En agosto de 2012 iniciamos aquí nuestro recorrido bajando, cuando podíamos, junto al barranco, hasta llegar a su desembocadura en el Arga. Fue una bonita excursión que el verano que viene volveremos a repetir.




Damos una vuelta por los alrededores admirándonos de este pequeño humedal.
Salimos de nuevo al camino.
Por la orilla de un olivar joven (Juanjo me dice que es de Arbequina), llegamos al camino que va por la ladera del Plano. 

11,30 horas. Pozo y balsa. 
Debajo de la caseta de Morán hay un pequeño pozo y una balsa. 




La balsa tiene agua. 
Nos contaba Gabriel "Margain" que, debido a que las aguas del barranco en esa zona son muy salitrosas, las caballerías, cuando trabajaban estas piezas, bebían de la balsa. 
Del pozo, que es un pequeño aljibe, bebían las personas, porque el agua entraba limpia después de correr entre la abundante hierba. 




Entramos en la caseta. 
Con un poco de limpieza y una mano de cal, quedaría como nueva. 
La última vez que estuvimos aquí, se había colado por la chimenea una lechuza o un búho. Cuando abrimos la puerta, se puso a revolotear y nos dió un susto de muerte. 
Unos días más tarde pasó por allí Sergio y lo encontró muerto, seguramente de inanición. 

23 de Mayo de 1887. Le estropean a Tomás Ojer los pámpanos de veinte peonadas de viña en Dongalindo, "golpeando las cepas con una rama de olivo". El año anterior habían hecho algo similar en una viña de Amos Iribas. (J.M. Esparza)(Historia de Tafalla - Tomo I)

Seguimos nuestra ruta. 
Entre encinas, chaparros y endrinos llegamos al camino que baja al Saso. 
Tomamos la desviación de la izda. que nos llevará hasta Cabriteras. 
El día se ha puesto otra vez malo. 
En Don Galindo nos había dado una tregua, pero ahora llueve. 
Con poca intensidad y buena temperatura,... pero llueve. 



11,50 horas. Balsa de Cabriteras.
El panorama es desolador. La mañana se ha puesto de otoño. 
Un viento suave del SE juguetea con nuestros paraguas obligándonos a orientarlos para contener la borrasca. 
En la orilla del balsa, unos diminutos cangrejos escapan veloces cuando metemos la punta del bastón. 



Las viejas casetas invitan a entrar para evitar la lluvia. Preferimos seguir nuestro camino.
El recorrido de Sergio continúa entre los encinos. 
Nosotros decidimos bajar hacia el Saso y subir a la Cruceta. 
Junto al camino que va hacia la Chiquitina hay un enorme maizal. En el cantillo, dos o tres zonas tienen la hierba aplastada, señal inequívoca de que los jabalíes entran por ahí a comer y encamarse. 
12,20 horas. La Cruceta. 



En toda la mañana no hemos visto a nadie. 
Nos ponemos un instante al cobijo de las encinas junto a donde se encontraba la pequeña cruz de piedra que daba nombre al lugar y que algún desaprensivo se llevó.
Continuamos en dirección E. 
El encinar está limpio. Los árboles, duros y sobrios, se extienden a ambos lados del camino ofreciendo un paseo placentero. Ha parado de llover. 



Cruzamos el canal que va enterrado en este tramo.



Continuamos hasta llegar a la antigua gravera, reconvertida durante muchos años en vertedero de basuras y arenas y que hoy, repoblada de pinos, es uno de los mejores paisajes invernales de Tafalla. 



Pasamos por la trasera del Corral del Plano. 
Y orillamos una antigua escombrera en desuso.



El cartel que han colocado a la entrada es expeditivo. 
Entramos en el sendero que ahora conduce a la repoblación forestal del Oinez Basoa. 




Me dice Juanjo que a este camino estrecho se le conoce como "el paseo de los enamorados". Tiene un encanto especial. 
13,00 horas. Abejera y aljibe. 



Sergismundo, en su correo, habla de esta abejera desconocida por nosotros que figura en los planos del Gobierno de Navarra. 
Siempre la hemos visto de lejos y pensábamos que era una caseta nueva de alguna pieza. 



Las piqueras son cantos rodados.
Junto a la pequeña construcción hay un pozo de boca pequeña pero profundo. 



Es un aljibe. 
Un almendro de buen porte domina toda la ladera en que predominan los hinojos. 

En un matorral una araña, fea y peluda, se irrita cuando Juanjo la incordia con su bastón.  
Salimos otra vez al sendero que nos saca a la Cuesta del Melón. 
Caminamos hacia el Plano. 



Pasamos junto a las instalaciones del bombo del Canal y bajamos por la Cuesta de la Calera hasta el coche. Son las 13,30 horas. 
El cielo plomizo y cargado se cierne sobre Tafalla. En las aceras de la entrada al pueblo los cerezos comienzan a amarillear. El tiempo ha cambiado. Solo queda ya el veranillo de San Martín y después... el invierno. 


En este enlace se puede ver el recorrido de Sergismundo que es el que, básicamente, hemos seguido hoy. 



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