martes, 13 de octubre de 2015

En la falda de las Zorreras




Domingo, 11 de Octubre de 2015


Otra vez la mañana se presenta incierta. Hay predicciones de agua, aunque no sea mucha, y toca mirar al cielo y pensar qué hacemos. 
El caso es que tenemos una excursión que rodea la base de Las Zorreras. Me la pasó el otro día Sergismundo (este muchacho...). Hay dos abejeras en ruinas que merece la pena conocer.
Y entonces....
Como nos vamos a acercar hasta el Estremal en coche, echaremos el paraguas y un poco de ropa por si acaso vemos que empeora el día. 
Son las 08,00 horas. Magán marca 15º y la farmacia 13º. Aunque nublado, parece que está "delgao".

Al tronar, salen los sapos a bailar. 

Salimos con el coche, pasamos junto a la Somatilla y, a pocos metros de la Central, aparece el puente que cruza la autopista. 
En una curva aparcamos. 

Empezamos el recorrido caminando en dirección S.
Enseguida torcemos a la dcha. hacia el Plano. 
Las piezas de maíz comparten el espacio con las últimas viñas que van quedando en Tafalla. 
La cuesta se alarga buscando el Canto del Plano. 



En el horizonte, un trozo de arco iris colorea las nubes plomizas.
Las primeras encinas y carrascas señalan la entrada en el monte. 
El camino, ancho y en buen estado, sirve de muga. 
En el lado de Tafalla la vegetación es tupida. 
En cambio, en Olite, la roturación efectuada hace años para obtener parcelas produjo una desolación absoluta. 



El terreno calizo y pedregoso se asemeja a un desierto. 





Los mojones de buen porte jalonan el camino cada pocos metros y lucen en sus caras las iniciales de las dos poblaciones. 
El camino continúa. Al N. el bosque y al S. la desolación. 
09,00 horas. Balsa de la Muga. Comienza a llover. 




En el último rincón de Olite con Tafalla, poco antes de llegar a la Cruceta, se encuentra esta balsa. Raro es el año que la hemos visto seca. 
Rodeada de vegetación, las aneas se han enseñoreado de las orillas. 



En el cruce de caminos continuamos de frente para bajar hacia el Saso. 
Dejamos a la dcha. el camino que sube a la Balsa de Cabriteras y tomamos el siguiente. 
Nos llama la atención ver aparcados varios coches en diferentes lugares. 
Enseguida nos damos cuenta de la situación. Una cuadrilla de cazadores, con petos rojos y escopeta en mano, están agazapados en la orilla de un maizal. 
Han salido a la caza del jabalí y lo que nos inquieta es que no hemos visto ningún triángulo avisando de la actividad. 
09,25 horas. Primera abejera.



Solo queda una antigua pared de piedra que parece ser la que daba al N. y protegía el colmenar. La ruina es total. 
Atravesando una pieza en rastrojo se llega a la segunda abejera. 
En medio de este campo, una pequeña depresión indica que estamos ante un manantío ahora seco. 




Los juncos y la abundante vegetación prosperan con el agua, que saldrá, cuando empiece el tiempo húmedo, a la superficie.



Rodeada de esparto, la segunda abejera es de construcción más moderna.





Queda en pie la mitad de la techumbre, pero las tejas son un peligro evidente. 





Las piqueras de la fachada son alargadas y estrechas. 
Subimos a los primeros pinos de las Zorreras y almorzamos. Ha parado de llover e incluso sale el sol. Está una mañana agradable. 
Desde este punto podemos observar los movimientos de los cazadores en la pieza de abajo. 
Algo más lejos, el Corral de Esteban se alinea con la Navascuesa para elevar la vista hasta Moncayuelo. 





A nuestra derecha, el Caserío de la Chiquitina parece una casita que se ha escapado de un belén.

26 de Febrero de 1764. Compareció Gregorio Lizalde, guarda juramentado y manifiesta que es y este día y a lo que serían entre nueve y diez de la mañana, ha cogido un rebaño de ganado menudo de corderos, propio de Francisco Ziérbide, en una pieza de trigo y avena de Joseph Landa, en el término del Saso y que dicho ganado estaba tendido por dicha pieza y lo custodiaba un hombre por alias dicen "Culo baxo" (Fernando Maiora)(Tafalla del Reyno de Navarra)

Bajamos al camino que nos llevará al que viene del Plano. 



En el cruce, los cazadores han colocado un triángulo avisando de la batida. Este camino es más transitado que el que hemos traído nosotros. Por eso no habrán considerado oportuno poner más avisos. 
Subimos al Plano. A nuestra izda. el Alto del Predicadero y la Caseta del Plano. 
A la dcha. Las Zorreras. 
10,40 horas. Caseta frente a la balsa. 




Una humilde caseta aparece a la izda. del camino. Echamos un vistazo. 
En su interior, el suelo está cubierto por una capa de paja. 


Una culebra de buen tamaño aprovechó para cambiar "la camisa".




En la balsa de enfrente, la vegetación casi impide ver el agua. 
Continuamos por el camino principal. 
11,00 horas. Antiguo comedero de buitres. 
A la izda., entre encinos y arbustos, entra un camino viejo. 




Dos postes de hormigón, que eran los marcos de la verja, continúan en pie.
El lugar es bonito, con buenos árboles. 



Una vieja caseta servía para la observación de los buitres cuando venían a comer los despojos. 
Salimos al camino y nos adentramos, por senda estrecha, en el bosque. 
El lugar es fantástico. En fila de a uno, disfrutamos de lo que, posiblemente, sea lo más puro del Plano. Encinos, chaparros, enebros, ... todo está limpio, intacto. 
Cuando salimos al camino que va a Santa Brígida no podemos dejar de mirar hacia la senda por la que hemos venido. 
Una cuesta a nuestra izda. nos invita a bajar para llegar al último lugar que queremos visitar hoy. 



En un pequeño cerro, entre hilagas y matorrales, están los restos de un antiguo venturero. Salvo que haya alguna abejera desconocida en las próximidades, la más cercana es la que visitamos el domingo pasado. 
Atravesamos una pieza en barbecho y salimos al camino viejo que va de Berbinzana a Olite. 
12,00 horas. Fin del trayecto. Al llegar al venturero, ha comenzado a llover. Para volver al coche, nos ponemos el chubasquero, el gorro y abrimos el paraguas. El día se ha puesto gris, de otoño. Las viñas se tiñen de ocre y los maizales han perdido su verdor a la espera de la cosecha. 


En este enlace  se puede ver el recorrido de hoy, que nosotros hemos seguido según el de Sergismundo. 




martes, 6 de octubre de 2015

La fuente de Don Galindo





Domingo, 4 de Octubre de 2015

Caminar el primer domingo de octubre nos trae algunas dificultades. A las 8 solemos ir a la procesión de los Muros. Después, a la misa de la Aurora y, por último, al almuerzo con que obsequian los auroros a los asistentes. 
En resumen: se hacen las 10,30. 
Y, además, se pone a llover. 
Es igual. El amigo Sergismundo (este muchacho es un filón) me envió hace menos de una semana un recorrido muy interesante. 
Visitar la fuente de Don Galindo y dar una vuelta por el Plano. 
Finalizaba su correo: "así que me imagino que en breve iréis para allí".
¡Cómo nos conoce!
A las 08,00 horas Magán marcaba 13º y la farmacia 12º. El cielo, igual que ahora, cubierto y negruzco.
Paraguas, chubasquero y gorro para el agua. 

La otoñada segura, San Francisco la procura

Aparcamos el coche en la Cuesta de la Calera y comenzamos a andar por el camino nuevo que va paralelo a la carretera de Miranda. 
Comienza a llover. 
La mañana se pone rara. Es uno de esos ratos que no está para abrir el paraguas, pero que si no lo abres, te vas calando sin darte cuenta. 
Entre campos en barbecho y viñas vendimiadas llegamos a la fuente.




11,00 horas. Fuente de Don Galindo.
La balsa esta cubierta de aneas. El manantío está oculto entre tanta vegetación.
En este punto nace el Barranco Grande de Candaraiz. 
En agosto de 2012 iniciamos aquí nuestro recorrido bajando, cuando podíamos, junto al barranco, hasta llegar a su desembocadura en el Arga. Fue una bonita excursión que el verano que viene volveremos a repetir.




Damos una vuelta por los alrededores admirándonos de este pequeño humedal.
Salimos de nuevo al camino.
Por la orilla de un olivar joven (Juanjo me dice que es de Arbequina), llegamos al camino que va por la ladera del Plano. 

11,30 horas. Pozo y balsa. 
Debajo de la caseta de Morán hay un pequeño pozo y una balsa. 




La balsa tiene agua. 
Nos contaba Gabriel "Margain" que, debido a que las aguas del barranco en esa zona son muy salitrosas, las caballerías, cuando trabajaban estas piezas, bebían de la balsa. 
Del pozo, que es un pequeño aljibe, bebían las personas, porque el agua entraba limpia después de correr entre la abundante hierba. 




Entramos en la caseta. 
Con un poco de limpieza y una mano de cal, quedaría como nueva. 
La última vez que estuvimos aquí, se había colado por la chimenea una lechuza o un búho. Cuando abrimos la puerta, se puso a revolotear y nos dió un susto de muerte. 
Unos días más tarde pasó por allí Sergio y lo encontró muerto, seguramente de inanición. 

23 de Mayo de 1887. Le estropean a Tomás Ojer los pámpanos de veinte peonadas de viña en Dongalindo, "golpeando las cepas con una rama de olivo". El año anterior habían hecho algo similar en una viña de Amos Iribas. (J.M. Esparza)(Historia de Tafalla - Tomo I)

Seguimos nuestra ruta. 
Entre encinas, chaparros y endrinos llegamos al camino que baja al Saso. 
Tomamos la desviación de la izda. que nos llevará hasta Cabriteras. 
El día se ha puesto otra vez malo. 
En Don Galindo nos había dado una tregua, pero ahora llueve. 
Con poca intensidad y buena temperatura,... pero llueve. 



11,50 horas. Balsa de Cabriteras.
El panorama es desolador. La mañana se ha puesto de otoño. 
Un viento suave del SE juguetea con nuestros paraguas obligándonos a orientarlos para contener la borrasca. 
En la orilla del balsa, unos diminutos cangrejos escapan veloces cuando metemos la punta del bastón. 



Las viejas casetas invitan a entrar para evitar la lluvia. Preferimos seguir nuestro camino.
El recorrido de Sergio continúa entre los encinos. 
Nosotros decidimos bajar hacia el Saso y subir a la Cruceta. 
Junto al camino que va hacia la Chiquitina hay un enorme maizal. En el cantillo, dos o tres zonas tienen la hierba aplastada, señal inequívoca de que los jabalíes entran por ahí a comer y encamarse. 
12,20 horas. La Cruceta. 



En toda la mañana no hemos visto a nadie. 
Nos ponemos un instante al cobijo de las encinas junto a donde se encontraba la pequeña cruz de piedra que daba nombre al lugar y que algún desaprensivo se llevó.
Continuamos en dirección E. 
El encinar está limpio. Los árboles, duros y sobrios, se extienden a ambos lados del camino ofreciendo un paseo placentero. Ha parado de llover. 



Cruzamos el canal que va enterrado en este tramo.



Continuamos hasta llegar a la antigua gravera, reconvertida durante muchos años en vertedero de basuras y arenas y que hoy, repoblada de pinos, es uno de los mejores paisajes invernales de Tafalla. 



Pasamos por la trasera del Corral del Plano. 
Y orillamos una antigua escombrera en desuso.



El cartel que han colocado a la entrada es expeditivo. 
Entramos en el sendero que ahora conduce a la repoblación forestal del Oinez Basoa. 




Me dice Juanjo que a este camino estrecho se le conoce como "el paseo de los enamorados". Tiene un encanto especial. 
13,00 horas. Abejera y aljibe. 



Sergismundo, en su correo, habla de esta abejera desconocida por nosotros que figura en los planos del Gobierno de Navarra. 
Siempre la hemos visto de lejos y pensábamos que era una caseta nueva de alguna pieza. 



Las piqueras son cantos rodados.
Junto a la pequeña construcción hay un pozo de boca pequeña pero profundo. 



Es un aljibe. 
Un almendro de buen porte domina toda la ladera en que predominan los hinojos. 

En un matorral una araña, fea y peluda, se irrita cuando Juanjo la incordia con su bastón.  
Salimos otra vez al sendero que nos saca a la Cuesta del Melón. 
Caminamos hacia el Plano. 



Pasamos junto a las instalaciones del bombo del Canal y bajamos por la Cuesta de la Calera hasta el coche. Son las 13,30 horas. 
El cielo plomizo y cargado se cierne sobre Tafalla. En las aceras de la entrada al pueblo los cerezos comienzan a amarillear. El tiempo ha cambiado. Solo queda ya el veranillo de San Martín y después... el invierno. 


En este enlace se puede ver el recorrido de Sergismundo que es el que, básicamente, hemos seguido hoy.