martes, 23 de octubre de 2012

Una urbanita bajo la lluvia



Domingo, 21 de Octubre de 2012.

No esperábamos que fuera a caer tanta agua esta semana. Nos llamamos el sábado y quedamos para hacer una "urbanita". 
Cuando el Templao salía conmigo al campo los domingos, si un fin de semana se ponía a llover, me decía que diéramos una vuelta por el pueblo. Él la llamaba una urbanita. Además de andar, nos permitía callejear por Tafalla y descubrir o redescubrir rincones olvidados de la ciudad. 
Así que nos hemos ido a la misa de los auroros del mes del Rosario y después a caminar por el pueblo. Sin barro pero con los paraguas abiertos. 
Son las 09,00 horas. Magán marca 14º y la farmacia 13º. Llueve con ganas. Desde el jueves hasta hoy a las 7,30 horas he recogido 73 litros. ¡Con la falta que hacía!





La presa de los Frailes salta cantarina. Hace poco más de un mes la cruzamos por encima. Un hortelano de barranquiel nos dice que las carpas y anguilas que vimos muertas junto al charco putrefacto que había, servían de festín a las garzas. 
Nos acercamos a la iglesia de los Pasionistas. Está cerrada y en la cabecera de la puerta hay tallado un pequeño San Sebastián.



Barbado como el de Santa María, como no lleva gorro, nos sorprende ver que está calvo.



Junto a la casa de Conde paramos a visitar el monolito que celebra el patronazgo de San Sebastián sobre Tafalla. 




Antes de meternos en el Parque del Conde nos acercamos hasta el crucero que se erigió tras el asesinato del obispo Nicolás de Chávarri. 
"Montado en una preciosa mula ricamente enjaezada, y en compañía de los que fueron a buscarle, partió para el convento. Pero apenas salió de la villa, no lejos del convento, Mosén Pierres que le estaba esperando en lugar oculto con gente armada, le acometió tan fieramente y tan de improviso, que desbaratando a la guardia que llevaba, le derribó en tierra atravesándolo con la lanza. Sucedió esta trágica muerte el 23 de Noviembre de 1469. El ilustre muerto fué sepultado con las debidas honras en el referido convento (...) en el lugar donde el obispo cayó mortalmente herido se puso un columna de piedra con la efigie de San Sebastián, de quien como patrón tomó su nombre el convento franciscano. (Padre José Beltrán)(Historia completa y documentada la M.N. y M.L. ciudad de Tafalla)

Cruzamos el Parque del Conde y salimos a los huertos del Hortanco. Llueve sin parar. 
Por las Adoberías llegamos a la Plaza de Cortés y nos encaminamos hacia la estación del ferrocarril. 
09,50 horas. Bajo techo paramos a echar el bocata. Cuando terminamos nos vamos a San José. En la orilla de la carretera sorprendemos a un recolector de caracoles. Está empapado. 


10,15 horas. Ermita de San José. Construida en el año 1879 es lugar conocido por todos. Está cerrada y no hay nadie en sus alrededores. Los rosales y cactus que adornan su perímetro agradecen el agua que cae incesante. 
Volvemos a cruzar la vía. Por la Avda. de Nª Sra. de Ujué nos acercamos a la presa de Ereta o de la estación. 



El agua, turbia y espesa, ha arrastrado todas las basuras acumuladas durante tantos meses y, con un rumor monótono, ha devuelto al Pozo Redondo su antiguo esplendor. En los charcos el agua forma burbujas, lo que presagia que va a seguir lloviendo con fuerza. 
Cruzamos el puente, seguimos por Las Ruedas y continuamos por el "paseo marítimo". 
Al llegar a la plaza de José Menéndez nos decidimos a hacer una visita a la presa de Recarte. 
Al final de la calle Baja Navarra, nada más pasar el tanatorio, nos tenemos que cobijar en el portal de un edificio. El agua cae con intensidad. Debemos de tener la nube gorda justo encima y no es cuestión de desafiarla. 
Cuando amaina un poco salimos de nuestro escondrijo. 




Por la acera del Instituto nos acercamos hasta el río. Ver el agua saltar en Recarte es una satisfacción. Son las 11,10 horas

Volvemos por las misma calles y por la Panueva llegamos al parque de San Pedro. Está encharcado. Recordamos un momento cuando, de chavales,  bajábamos desde la sacristía a lo que quedaba del antiguo cementerio y, con miedo y repulsión, cogíamos alguna calavera con las manos. 


Subimos al atrio y contemplamos la fachada de San Pedro. Hay documentación de esta iglesia desde 1157. La fachada está estropeada. En su interior, el retablo de la iglesia de Recoletas, luce en todo su esplendor. 

Atravesamos la calle de San Pedro y cruzando la Mayor nos adentramos en la del Olmo. Los adoquines terminan donde comienza el camino de los pinos de Santa Lucía. 




Nos paramos un momento en el mirador que tiene un panel explicativo de los alrededores. La vista es magnífica. Tafalla se ha vestido de otoño. La lluvia hostiga al humo que sale de algunas chimeneas impidiéndole elevarse. Las nubes bajas tapan el Alto de la Guindilla. Ayer por la tarde el barranco de Valdelobos se puso "gallico" y sacó el agua hasta la carretera general.  



Subimos hasta la cruz. 



Al descender visitamos un momento el castillo que ideó y levantó Antonio Oreja. Desde su barandilla la iglesia de Santa María es como un enorme trasatlántico que, húmedo y potente, navega en un mar multicolor de tejados.



12,00 horas. Nos acercamos al Patio de Iribas. La iglesia de San Nicolás, humilde y olvidada, sufre el mal de la piedra. ¿Nunca se rehabilitará el edificio más antiguo de Tafalla? Menos mal que el patio está limpio y cuidado.




Terminamos nuestra excursión junto al Crucero de Santa María.  Ante la fachada de la iglesia se alza un crucero del siglo XVI atribuido al maestro Larrarte. Sobre dos peldaños cuadrangulares se levanta un pedestal prismático con relieves y sobre éste un fuste cilíndrico decorado con motivos geométricos que culmina en capitel con águilas y volutas sobre el que se alza la cruz.

Bajamos por la calle Túbal hasta la Casa de Cultura. 
Es verdad el dicho: A mal tiempo buena cara. 
Hemos disfrutado como cualquier domingo por el campo. 


martes, 9 de octubre de 2012

La balsa de la gravera



Domingo 7 de Octubre de 2012.
A las 06,30 horas han cantado los auroros debajo de casa. Estamos en el mes del Rosario y hoy es la Procesión de los Muros.
Los horarios van a ser distintos de los de otros domingos. A las 07,45 nos vamos a la procesión y después de la misa saldremos al campo. Se hará tarde. 
Por las calles empedradas del casco viejo tafallés se oyen cantos antiguos y sencillos. Los Doce portan el rollo de cera y acompañan a la Virgen del Rosario y a la boina milagrosa de San Sebastián. 
Esta tradición se remonta a 1599. Es una de las más antiguas de Tafalla, posterior a la Romeria a Ujué pero anterior, incluso, a la Hermandad de Los Doce. 
Después de la misa, en el atrio, tomamos un pequeño bocadillo de panceta y chistorra que ha preparado la Asociación de la Aurora para agasajo de los participantes. 
Nosotros nos vamos al campo.
Son las 09,30 horas. Al termómetro de Magán ya le da el sol y marca 22º. En cambio, el de la farmacia, a la sombra, indica 19º. 
Nos vamos a Santa Brígida en Olite. Salimos por los enredos y, por el camino del Curtido, contemplamos las tierras llanas de las Badinas y de la Somatilla.


A nuestra izda. en una enorme pieza ha nacido con fuerza la alfalfa. El agua hace milagros. El cultivo es una inmensa alfombra verde; un verdadero oasis entre tanta tierra reseca. 
10,25 horas. Estamos en el puente que cruza la autopista. Por un costado lo rebasamos y continuamos de frente hasta llegar a un cruce de caminos. Tomamos el de la dcha. y ascendemos lentamente hasta el crucero de la ermita. 


11,00 horas. Estamos junto a la ermita de Santa Brígida. Sacamos los almuerzos de la mochila porque lo que hemos tomado en el atrio ha sido una especie de "degustación". 
A la sombra de los pinos se está mejor. El día es caluroso. Se nota la hora de retraso que llevamos. En el monte no hay nadie. Los encinos y los pinos tienen una buena relación de vecindad. 


La ermita se esconde en el pinar y las encinas, vigías eternas, montan guardia en los alrededores avisando de la llegada de intrusos. 
Por el camino que sale en dirección N. regresamos. 
El Plano, aunque sin peligro, es un pequeño laberinto. Los caminos se entrecruzan y unas veces salen al principal pero, en ocasiones, juegan con el paseante inexperto y lo llevan, casi con engaños, hacia el Saso o hacia el Canto del Plano. 


Tomamos un camino hacia el O. que nos llevará en medio del bosque, sin darnos cuenta, hacia el E. Salimos al principal y aparecemos junto a un pinar que, en un día cerrado de niebla, nos haría pensar que estamos en el camino que baja a la Chiquitina. 
Nada más lejos de la realidad. Nos encontramos junto a la balsa que está detrás del antiguo vertedero, en la Gravera del Plano. 
"Año 1850. Sebastián Resano y Francisco Ortigala, guardas de campo de la misma, declara Resano, que el siete del corriente prendió a Jabier Valencia, alias Pimienta, haciendo leña con una caballería mayor en el Monte Plano" (Fernando Maiora)(Tafalla del Reino de Navarra)


Son las 11,45 horas. La balsa está seca. Su lecho, repleto de carrizos. En los alrededores se hizo una repoblación de robles que ahora están raquíticos por falta de agua. En las orillas de la balsa los tamarices forman una barrera natural. Las acacias se quedan a distancia alargando sus raíces hasta el agua estancada. 
Rodeamos la balsa y salimos al camino que sale al de Falces. 
12,15 horas. Al llegar al olivar de Juanjo y Rosa, entramos a contemplar el espectáculo. Han puesto riego por goteo y los olivos ofrecen unos frutos sorprendentes.


Las olivas, verdes y hermosas, pueblan los árboles. El año pasado, que también fue seco, tenían la cuarta parte de tamaño. Eladio ha estado dando vuelta y nos enseña un pequeño olivo de aceituna sevillana. Las olivas son como huevos de codorniz. 


Algunas ramas no pueden soportar el peso y se inclinan resignadamente esperando a que lleguen unas manos caritativas que las "ordeñen". 
A dcha. e izda. del olivar hay dos extensos maizales. Aún les quedan días para la recolección. 


Alguna panocha, al escuchar nuestras voces, se asoma curiosa. 
Bajamos hasta la fuente de los Falces. Rellenamos las cantimploras porque con este calor las hemos secado. 


En la finca de Txirolas, la cuadrilla de amigos está vendimiando. Les saludamos y ellos aprovechan el acontecimiento para levantarse y darles un descanso a los riñones.
Poco a poco nos vamos acercando al pueblo. 
A las 13,15 horas, por lo que era el Árbol del Gitano, volvemos a los "enredos". 
El día sigue de calor. Los termómetros marcan 25º y no quiere llover. 






martes, 2 de octubre de 2012

El nacedero de la Fuente del Rey



Domingo 30 de Septiembre de 2012.

Primer domingo de otoño. La lluvia nos ha visitado ¡por fin!. Ha sido bien recibida. Septiembre se ha despedido escaso de precipitaciones. 
Solamente hemos recogido 22 litros. 
Cuando entraron las nubes el viernes sentí una especie de añoranza por Valgorra. Le dije a Juanjo que quería pasear por ese valle y así quedamos. Hay dos lugares imprescindibles para ir por lo menos un día en otoño. Valgorra y el Saso.  
Son las 08,00 horas. Magán marca 12º y la farmacia 11º. El cielo está limpio de nubes. El viento del N.O. es fresco sin llegar a frío. Salimos de largo. La ropa de verano la hemos guardado para el año que viene. 
Bajamos por las escaleras del Conde y vamos a ver el río. 
Han limpiado la presa junto al bocal que lleva el agua al regadío de Larrain y la Recueja. 




El Pozo Redondo aguanta el tipo como puede. Van a hacer falta bastantes litros para que vuelva a ser el de antes. 
Nos vamos por la carretera de San Martín para pasar el túnel de la vía y salir a  la calle de Nª Sra. de Ujué. 


Por los pinos de Ereta se nota la lluvia de la noche del viernes.


Antes de llegar a la fuente observamos que han salido las primeras "quitameriendas", señal inequívoca del tiempo otoñal. 


08,30 horas. Fuente del Rey. Está en las últimas. Con un hilillo lastimero de agua,  nos habla de tiempos de esplendor. Meriendas primaverales, canciones y ganados abrevando en su pila rebosante.

"He oído decir que en Tafalla va a haber grandes cambios. 
¡Imposible! 
En Tafalla no se sabe salir nunca de la rutina, salvo que entiendan por cambios trasladar la Fuente del Rey a la placeta de Camón o viceversa" (El Tafallesico - 15 de Agosto de 1908)

Continuamos hacia Valgorra. Llegamos a la zona del Juncal y visitamos una viña que no está vendimiada.


Al otro lado del camino, el barranco de Valgorra está seco. Su cauce es estrecho. Cuando entran las tormentas, las aguas desatadas de los altos del Mocellaz y de la Guindilla lo ponen bravo y se llevan por delante todo lo que encuentran. 
Tomamos el primer camino a la dcha. La viña que está a su orilla está vendimiada con máquina. Las cepas muestran las raspas vacías como si un ejército de hambrientos hubiera pasado arrancando todo los granos. 


09,10 horas. Paramos a almorzar junto a la caseta de abajo del nacedero. En un coqueto rincón nos ponemos al abrigo. La viña está abandonada, pero los árboles y el entorno indican que alguien hace algunos trabajos. El Churrero  metía muchas horas. Falleció en Marzo. Cuando pasábamos por aquí,  solíamos tener nuestras buenas conversaciones con él.
Salimos de nuevo al camino y en el cantillo de una pieza descubrimos unas escalericas.


09,45 horas. Por el orillo llegamos hasta el nacedero de la Fuente del Rey. 
No tiene puerta y las escaleras bajan adentrándose en la oscuridad. El fondo lleno de piedras está seco. Por debajo de ellas imaginamos que correrá un poco de agua, que es la que echa el caño. 


Subimos hacia la balsa y, para salir al camino, llegamos a una roca que tiene atornillado una especie de pequeño querubín y unas hembrillas que podrían haber sujetado algún cartel. No nos explicamos qué hace todo esto ahí. 


Salimos al camino y cruzamos el canal. Impresiona ver tanta agua. 

"LAS AGUAS. Es un hecho y en un plazo no lejano vamos a poseer una cantidad considerable como lo será el disponer de 122 litros diarios por habitante, cantidad superior a la que tiene Zaragoza, Barcelona, Sevilla y otras poblaciones.
Ahora que la gente de dinero y buena voluntad han contribuído al éxito es necesario que todos cooperemos con nuestra pequeña ayuda.
Tener agua en casa es ahorrar tiempo y eso produce economía y comodidad; ganando la higiene considerablemente; al rico y al pobre le  conviene la economía si por miramiento a gastar se hace es poca cosa, pero en cambio el beneficio que se obtiene directa e indirectamente es grandísimo. 
Por lo tanto se dará, cuando llegue el caso, un alto ejemplo haciendo la instalación en su casa; vivir con agua, con limpieza es vivir dos veces, con seguridad... el agua es la vida y más cuando reúne las cualidades de la de Arguizidagui. No seamos ruines y ya que la vida es corta, con higiene es agradable, cómoda...(El Tafallesico - Extraordinario de Ferias de 1913).

Llegamos al cruce con el camino que viene del Mocellaz. En las inmediaciones de la fuente de la teja, entramos un momento en la finca de Elena y José Marí. La tienen hecha un primor. Nos sentamos en el porche y contemplamos el valle. Hay olivos y algún ciprés. 
En la finca de al lado el dueño, tijeras de podar en mano, está quitando "las banderas" a sus olivos. 
- "Hay que quitar las ramas que tienen más de 45º grados, porque le roban la savia a la oliva y ésta no engorda" nos dice. 
Y añade "El olivo es lo más agradecido que hay. Si le echas fiemo y lo riegas cuando hay mucha sequía, como ahora, te trae toda la oliva que puede. Estos míos tienen quince años y mirad cómo están de fruto".
Salimos al camino.


En una finca de la orilla, a los viejos olivos no les llevan agua y la diferencia con los otros es notable. 


11,20 horas. Llegamos a la Fuente del Rey y subimos a la corraliza que está junto a los pinos de "los enamorados". 
Sin puerta y con varios agujeros en el techo, se encuentra en un estado de abandono total. La suciedad se ha adueñado de los rincones. Hemos conocido, hace años, cómo al caer la tarde llegaba el rebaño, con prisa, al ritmo monótono de los cencerros.
Bajamos hasta la vía férrea y por una senda estrecha, junto al río, llegamos a la estación del tren. Son las 11,45 horas
Hemos andado menos que otros domingos, pero esta vuelta por Valgorra ha merecido la pena en este cambio de estación.