domingo, 27 de febrero de 2011

De la Laguna a la Caseta del Plano



A finales del pasado Octubre, un domingo que no pude salir al campo con ellos, El Templao y
Juanjo se fueron a ver la Caseta del Plano. La acababan de limpiar y pintar y me dijeron que había quedado como nueva. Ayer le propuse a Juanjo que fuéramos hasta allí. Me dijo que sí, pero que iríamos orillando La Laguna para no pisar carretera. Ya pisamos bastante el domingo pasado y la que nos queda el día 12 doce de Marzo en la Javierada.

Son las 08,00 horas. Magán marca 7º y la farmacia 6º. El cielo está despejado. Amanece el día frío, pero agradable para andar.



Subimos por la cooperativa agrícola y bajamos por Margalla. A nuestra izda. el Caracierzo de la Celada. Estas laderas, a estas horas, tienen un encanto especial. A las 08,20 horas cruzamos la carretera de Miranda. Avanzamos, unos pocos metros, por el camino del Planillo y enseguida torcemos a la izda. por un camino, ancho y nuevo, fruto de los trabajos del canal.


Continuamos descendiendo. A la dcha. los Altos del Planillo muestran, altivos, sus crestas desnudas. Un poco más allá la Torre Beratxa se asoma, curiosa, entre los pinos y sigue nuestros pasos sin perder detalle.

08,40 horas. Estamos en la alambrada que protege todo el espacio natural. La laguna, a pesar de la sequía, tiene agua.

Un poco más adelante nos encontramos con una acequia, repleta de carrizos en sus orillas, que asemeja a un humedal importante. La alambrada está bien conservada. Hay vida en la laguna. Es importante la conservación de estos espacios tan bonitos y tan frágiles.

"Extenso embalse, actualmente cuidado por ANAN, sito entre los montículos que separan la depresión de la del Planillo-Porputiain, el término de Romerales y la carretera de Miranda. La caza y la pesca en la Laguna está documentada desde finales de la Edad Media; su arriendo anual constituía una de las fuentes de ingresos para el concejo. (J.M. Jimeno Jurío) (Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla)-

Por un camino que asciende hacia el Caserío de la Laguna llegamos a él en diez minutos.

El día ha cambiado. Negros nubarrones vienen veloces desde el norte hacia nosotros. En San Pelayo y en Alaiz se aprecia la cortina de agua. En el NE lo poco que se ve de la sierra de Andía, se aprecian extensiones blancas. Anunciaban nieve y se va a cumplir.

Vamos hacia la carretera de Miranda. Empieza a llover. Hoy va a tocar mojarse. Es el último domingo del mes y va a ser verdad el refrán: "Febrero, febrerín. El mas corto y el mas ruín".

Con la ropa de abrigo bien cerrada y la capucha puesta, por un camino nuevo, paralelo a la carretera nos dirigimos al final del Plano. El regadío ha llegado hasta allí. Se ven plantaciones de olivos, protegidos con una especie de vendas, en fincas llenas de aspersores.

El camino nos lleva suavemente hasta la senda que sube al Plano. Ha parado de llover y luce, nuevamente, el sol. Es un día típico invernal. Va a estar así toda la mañana; a algaradas. Aquí es agua, pero en los montes, incluso en los cercanos, cada nubada que entre, será nieve.


Dejamos atrás el Canto del Plano y entramos en Dongalindo. La llanura de Miranda, Berbinzana y Larraga está a nuestros pies. Enfrente Candaraiz con sus caseríos y corrales. Tenemos una excursión pendiente, dejando el coche en el caserío de Cortés, para dar una vuelta exhaustiva por ellos. Queremos verlos, fotografiarlos y documentarnos. Iremos en primavera.

Al entrar en Lazarau llegamos a la senda, que orillando una pieza, asciende entre chaparros a la Caseta.

Son las 09,40 horas. Estamos en la explanada. Este paraje tiene un nombre singular y muy desconocido. El Alto del Predicadero. Otro día explicaré el porqué de este topónimo.


El 19 de Octubre de 2010, según consta en la inscripción que hay encima de la chimenea de la casa, se hicieron las labores de recuperación de este recinto. El trabajo es magnífico. Con qué poco se puede dejar un rincón que había degenerado en un estercolero en un lugar imprescindible de conocer para cualquier tafallés amante del campo. En el año 2009 envié dos cartas la revista La Voz de la Merindad lamentando el estado deplorable en que se encontraba aquello.

Estoy seguro de que estos trabajos que se han acometido ahora no son por mis argumentaciones, pero creo que aporté mi granito de arena a la solución del problema.

Paramos a echar un bocado en la mesa que está junto al edificio. Dos paseantes con cuatro perros salen de entre los pinos. Los sabuesos, menudos y nerviosos, olisquean que hay "bocatas" e inician un carrera desbocada hacia nosotros y al llegar se abalanzan a la mesa, pateando las mochilas, los pantalones y todo lo que encuentran a su paso. Uno de los dueños, de lejos los llama, y con mucha resistencia le obedecen. Nos gritan que aproveche y que cuidemos los bocadillos hasta que se alejen porque, dicen, -"siempre es preferible que almuerce uno bien, que dos mal"-. Nos hace gracia la ocurrencia.


Comenzamos el regreso. El encinar está limpio. Los brotes de los chaparros empiezan a alfombrar el suelo. Es la fuerza del monte. Dejas un tiempo el campo tranquilo, sin ganados ni máquinas y la vegetación, la de menor tamaño, se adueña de todo."La plaza de Toros se inaguró el 15 de Agosto de 1888. Para hacernos idea de la euforia taurina que en aquella época reinaba en Tafalla, baste decir que la sesión que celebró el Ayuntamiento el día 12 de Agosto de aquel mismo año, se dio lectura a una instancia presentada por Eulogio Berruezo en la que se solicitaba: "yerbas gratis para criar de 12 a 14 reses vacunas bravas, a cambio de facilitar él también gratis el ganado necesario para dar 3 novilladas, los días que el Ayuntamiento designe, siempre que no sean Fiestas de Agosto ni Ferias, y cuyo producto se destinará a la Beneficiencia." El Ayuntamiento accedió a esta petición y le designó el Prado de Valditrés y el Monte Plano" (D.L.) (Programa de Fiestas de Tafalla de 1954).

Salimos al Raso. En lugar de bajar por la Cuesta del Melón vamos a ir hasta el el Corral del Plano y bajaremos por el Camino de Falces hasta la fuente.Viene otra algarada. Cremallera arriba, capucha y a aguantar. Ahora nos viene de frente, no como en el Canto del Plano.


10,55 horas. Fuente de los Falces. Echa agua. El abrevadero este limpio. El agua suponemos que estará buena. Echamos un par de tragos que nos saben a gloria. Seguimos descendiendo. En la finca de Txirolas se ven varios coches. Tiene visita. Le saludamos de lejos y nos devuelve el saludo. Hoy no hay nadie por los caminos. Los que hayan pensado salir una hora mas tarde que nosotros habrán visto el día y se habrán dado media vuelta, como se decía antes, en el "pulguero".

A las 11,15 horas llegamos a los "enredos", como bautizó el Templao a esta urbanización. Entrando en el pueblo nos cae otra borrasquilla.

A pesar del cambio del día de las 8 de la mañana a hora, hemos podido disfrutar de una mañana estupenda de campo.

domingo, 20 de febrero de 2011

Por el Sendero Local 174A



El Consorcio de la Zona Media editó en el año 2000 un librito titulado Paseos por la zona Media de Navarra, con varios senderos locales de Tafalla y de las localidades limítrofes. El recorrido de este sendero es de 6,4 kms. Lo había andado varias veces pero hoy me apetecía hacerlo bastante más largo.
Ayer llamé al Templao y me dió una mala noticia. No mejora de sus vértigos y me dijo que no va a salir más a andar. No puede y además se lo han prohibido. Se termina un tiempo que ha sido muy importante para mí. Son muchos años en los que nos hemos recorrido el término, los dos solos, mano a mano. También juntos hemos subido a montes: Arangoiti, Txanburu, Yoar, Montejurra, Alaiz, San Pelayo,... Hemos hecho Javieradas, viajes a Ujué, romerías a Catalain, y... ha merecido la pena andar con él. Ha sido un placer y un honor contar con su amistad.
Después le llamé a Juanjo. Le expliqué mis planes. No conocía este SL y le pareció una idea estupenda.
Son las 08,00 horas. Magán marca 4º y la farmacia 2º. Viene un día buenísimo para andar. Ayer estuvo nublado y cayeron 3 litros. En la plaza me esperan Juanjo, José Luis, Mª Asun y Mitxel, que se tiene que volver para las 11 porque tiene un asunto particular. Les aviso que la vuelta de hoy va a ser más larga de lo normal y que vamos a patear bastante carretera, pero que va a merecer la pena.


Salimos. Tomamos la carretera de San Martín y nos acercaremos por ella hasta poco menos de 2 kms. del pueblo. Ha llovido poco pero el campo está precioso. Los sembrados lucen un verde suave y limpio que es un festín para la vista. A las 08,45 horas pasamos junto al Refugio de Los Doce. Se ve limpio. La Virgen en su interior mira hacia Valmayor y se admira, como nosotros, de la belleza del campo. A las 09,05 horas cruzamos el puente de Femate, viejo conocido de Juanjo y mío, en la intensa noche del 30 de Abril. Comenzamos a subir la cuesta de la Casilla. Cruzamos el canal que lleva poca agua y, cuando estamos arriba, divisamos San Martín de Unx. Alguno del grupo se impacienta, pero ya estamos cerca. El cartel indicador del sendero está a tiro de piedra.


09,35 horas. Tomamos el camino que entra en dirección E. Por aquí vienen, a finales de Abril los de San Martín de romería a Santa Zita y pasan los de Pueyo el día de Pentecostés cuando suben a Ujué. Abandonamos definitivamente la carretera. Es un camino viejo, de herradura, que discurre entre campos de labor y viñas. Llegamos a un corral en ruinas. Debió de tener su importancia a juzgar por sus dimensiones.
Este camino desemboca en otro principal, muy arreglado.


A las 09,50 horas llegamos a otro corral similar al anterior. Es el Corral de la Viuda. Tampoco tiene cubierta y el abandono es total.


Un poste del sendero nos indica que hay que dejar este camino, que nos llevaría al canal, y tomamos una senda estrecha. El paisaje cambia por completo. Entramos en el pinar. Está un día único para andar. A los enebros, chaparros y pinos los han limpiado las aguas de ayer. La vegetación, abundante, nos regala una mezcla intensa de aromas.


Entre las ramas de los pinos, descubrimos por primera vez esta mañana, la ermita de Santa Zita. Desde aquí tiene un aire medieval que enamora. La senda desciende hasta llegar al valle.


A nuestra derecha la roca inclinada con el Cristo esculpido. Son las 10,20 horas. Nos paramos a contemplarlo. Tendrá entre dos y medio y tres metros. El tallista, un Urdín de San Martín, hizo una visión personal de la figura. Tanto es así que hay quien dice que parece más un Inca que un Cristo.

Por el camino que sigue a nuestra derecha, rodeamos este pequeño valle y ascendiendo suavemente llegamos a la ermita. Son las 10,30 horas. Paramos a echar un bocado. La mañana nos está saliendo redonda. Acomodados en la escalinata que accede al templo, contemplamos el pinar que se extiende por las laderas. Es inmenso. Vemos, con tristeza, las casetas de los perros de Jesús Viela. Abandonadas y hundidas, recordamos a su dueño y ermitaño y lo imaginamos contándonos viejas historias de este sitio que siempre nos sonaban a nuevas.
Juanjo, cuando estemos a punto de entrar en el pueblo empezará a recitar "El viaje definitivo", de Juan Ramón Jiménez y yo volveré a acordarme del amigo Viela.

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su árbol verde y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido; y tocarán,
como esta tarde están tocando, las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año.
y en el rincón aquel de mi huerto florido y
encalado, mi espíritu errará, nostálgico
Y yo mi iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde,
sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido.
Y se quedarán los pájaros cantando.

Salimos. Vamos a Valgorra y eso supone que tenemos por delante el "tourmalet", como bautizó el Templao a esta cuesta, coronada por la Cruz de los de Pueyo. La subida se hace penosa. Hay que hacer un par de paradas. 11,00 horas. Estamos en la Cruz. Mientras recuperamos el aliento, divisamos el Moncayo. Tiene una buena nevada. Tenemos intención de subirlo en Junio, cuando todavía no aprieten los calores y veamos que el tiempo es seguro.
Descendemos. Atravesamos un sembrado y salimos al camino. A las 11,15 horas llegamos al Caserío de Pozuelo. No nos detenemos, pero sí que volvemos la vista para contemplar la magnífica pared circular que sujeta la era.

Llegamos a la Caseta del Cura y entramos en el camino de la fuente de Valgorra. Seguimos por ahí hasta llegar, a las 11,30 horas, a la altura del Caserío de Goyena. Recostado en la falda de la Guindilla ofrece un estado ruinoso y lamentable. "Dentro del término (Valgorra) las gentes distinguen diversos parajes: Cabaña redonda, Juncal, Fuente del Rey, El Mirador, Muga de Pozuelo, Caserío de Goyena. Para localizar fincas fué costumbre antigua referirse a lugares más conocidos: "Pieza en Valgorra cabo la fuent del Rey"; "Pieza en Valgorra cabo la puent Nueba"; "Pieza en el término llamado Valgorra junto a la fuent salada, que afruenta con senda vezinal que van al Pozuelo (año 1573). (J.M. Jimeno Jurío)(Toponimia Histórico-etnográfica de Tafalla).



Seguimos descendiendo y llegamos al Juncal . Camino adelante alcanzamos el túnel de la autopista. A las 12,05 horas llegamos a la Fuente del Rey y entramos en Tafalla.
Como había previsto, la excursión de hoy ha sido larga. Ha merecido la pena, pero las piernas se quejan un poco. Mi gps me indica que hemos andado algo más de 20 kms.





Por el sendero local 174A at EveryTrail
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domingo, 13 de febrero de 2011

La Lagunilla de Cascarruejos






Retomo mi blog. El domingo pasado nos fuimos al caserío de San Lorenzo, pero unas situaciones a las que es mejor no darles vueltas, me quitaron el ánimo para escribir.

Esta semana pasada me habían llegado noticias de que el Templao estaba otra vez con vértigos, por eso, cuando hablé con él ayer no me sorprendió lo que me dijo. Al parecer, por el tratamiento que le han puesto, tiene que "chupar" durante quince días banquillo. Una pena. Le llamé a Juanjo con la idea de que nos acompañaran nuestras "respectivas". Se puso Rosa y le expliqué el plan: Iremos a la Lagunilla de Cascarruejos, en la Sarda. Le pareció una idea estupenda. A nuestras mujeres también les gusta salir al campo, y deberíamos de organizar más salidas con ellas.







El 15 de Junio de 2010, en el nº 191 de la revista La Voz de la Merindad, salió un pequeño reportaje de esta laguna (aunque ellos le llaman la Laguna de La Sarda). Nosotros no la conocíamos y nos picó la curiosidad. Si no te aproximas en coche, no da tiempo para llegar hasta casi la muga de Larraga. Los pinares de Valditrés y Tamarices son bastante extensos y se anda mal para ir y volver en una mañana.
Son las 08,00 horas. Magán marca 4º y la farmacia 2º. Con el coche, recogemos a Rosa y Juanjo en su casa y lo aparcamos en Valditrés. La mañana está fría, pero por la calle vemos los últimos juerguistas que se retiran a dormir después de una noche, larga, de Ferias. Cada vez nos parecen ¡ay! más jóvenes. Nosotros vamos con parkas, guantes y la calefacción del coche y ellos en camiseta y ellas con unas faldas tan cortas, que parece una madrugada de julio.
A las 08,10 horas llegamos a Valditrés. La hierba está blanca y el camino duro. Miro el termómetro del coche y marca -1,5 º. A los de las camisetillas y las minis, si estuvieran aquí, les daría igual.
Vamos en dirección SE. La mañana, a pesar del frío, es magnífica. Apenas hay viento y los sembrados verdean a pesar de la sequía. Al fondo de nuestro camino vemos que la niebla está agarrada en la hondonada del Arga. El montículo de Candaraiz retiene la niebla y en Valditres y en todo el Prado de Rentería el día está despejado. Entramos en las inmediaciones de la Cantera de Malamadera o de Ros. Vemos que en la dirección contraria a la que traíamos viene un pequeño regacho con agua.


Decidimos seguirlo y llegamos a una pequeña balsa. Avanzamos un poco más y descubrimos el origen del agua.




08,30 horas. Estamos en la fuente de Valditrés. Por fin la hemos encontrado. Tiene un caño bastante estropeado, seguramente por el salitre del agua. Las distintas barrancadas la han ido dejando a nivel del suelo pero se ve claramente el abrevadero.





Contamos por pasos y nos salen unos veinte metros de longitud. La fuente echa agua. Medio caño. Nos sorprende. En Valgorra, la de la Teja y la del Cura, ya están secas.
Volvemos sobre nuestros pasos. Dejamos atrás la cantera y tomamos, en la bifurcación, el camino de la dcha. que nos introducirá en las piezas de Tamarices. En lo alto de Candaraiz se asoman los caseríos de la Escolara y de Eulalio. Nos hacen un guiño, mientras sujetan la niebla. Siguiendo en dirección E., parecen decir, vais bien, enseguida encontraréis los Cascarruejos.
El camino muere en una pieza y vamos orillando los sembrados.




Casi todos los cerros están repoblados de pinos.





El pino Alepo fue una solución a primeros de siglo pasado para sujetar estos suelos tan calizos y, por lo tanto, pobres. Hay una masa forestal importante. Alegra la vista y relaja la mente. El término de La Sarda se abre ante nosotros en toda su extensión.




A lo lejos, en la orilla de la carretera, el caserío, como un testigo mudo, ve pasar los vehículos en dirección a Tafalla y se guarda para él historias de ferias de antes, tan distintas, pero tan importantes como ahora.



09,15 horas. Lagunilla de Cascarruejos o de La Sarda. Tiene agua. No mucha. Es una balsa amplia. La zona húmeda ya luce carrizos. Van a hacer falta unas buenas aguas para llenarla. Antes de que finalice Abril volveremos por allí. Si en lo que queda de invierno y en primavera abundan las lluvias, será un espectáculo verla. "En el ángulo SO. del término de La Sarda, contigua a Candaráiz y al E. de la Cañada Real- La delimitación de la corraliza de la Sarda, hecha en 1820 para su venta, se inicia comenzando el corte desde la Lagunilla que se nombra de Cascarruejos al barranco de Tamarices. Desaparecida recientemente por roturación" (J.M. Jimeno Jurío)(Topominia histórico-etnográfica de Tafalla)

Un todoterreno blanco que se alejaba por el camino que sale a la carretera, nos ve y da la vuelta. Llega donde nosotros. Es el guarda Javier Tapia. Nos ha visto y le ha picado la curiosidad. En broma, levantamos los brazos para mostrarle que no llevamos escopetas. Nos dice que una cuadrilla había solicitado permiso para dar una batida al jabalí en el Caserío de la Laguna pero que no llegan. Le decimos que igual tiene que ir a buscarlos a la discoteca. Hablamos un rato del campo, de la balsa. Estas conversaciones valen su peso en oro.

09,35 horas. Se ha hecho hora de almorzar. Paramos un poco en un carasol. Cuando vamos con las mujeres le echamos un poco de cuento a la cosa y llevamos unas latas de sardinas, algo de queso, o sea, que disfrutamos de su compañía y del almuerzo.

Salimos. Atravesando una pieza y orillando otra nos situamos casi enfrente del caserío de La Sarda. En el cantillo por donde pasamos nos encontramos a Julio Ibáñez. Está quitando piedras de la pieza. Nos dice que hay mucha sequía. La tierra sembrada necesita agua. Para esta tarde anuncian lluvia, pero aquí... ya veremos.



Nos vamos y seguimos por la orilla de los pinos y del campo hasta que llegamos al camino que sube, por detrás, a la torre de Beratxa. Son las 10,45 horas. Paramos un momento. Juanjo saca los prismáticos e intenta localizar la caseta alta, similar a la torre, que está encima del Corral de los Toros. No es posible; hay varios cerros que la tapan. Nos estamos quedando fríos. Decidimos volver. Iniciamos el descenso hacia el coche. La senda está marcada. Todavía quedan algunos hitos de la cañada. La pendiente se pronuncia y llegamos al prado. Son las 11,15 horas. Nos montamos en el coche y el termómetro marca 7,5º. La rosada ha desaparecido pero, en los sombríos de las balsas que hemos visto, el hielo tardará algo mas en irse.





Lagunilla de Cascarruejos at EveryTrail
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