A la Gariposa desde el Corral de los Toros

Hace un frío que pela. El Templao me llamó el día de Nochebuena para decirme que no vendría a andar este domingo. Tiene un compromiso familiar y le es imposible. Hablé con Juanjo el día de Navidad y quedamos en salir como todos los domingos. Iremos del Corral de los Toros, por Tajubo, hasta la Gariposa.
Son las 08,00 horas. He quedado en casa de Juanjo y por la carretera de Artajona subiremos hasta el camino que entra en el Monte, enfrente del túnel de la Lobera. Magán marca -2º y la farmacia -3º. Con este frío me da lo mismo lo que digan uno y otro. Caminamos por la carretera de Artajona. El viento es helador. Me he puesto un gorro de lana, cosa que no hago nunca. Antes de llegar al cruce de Las Torres, el coche de la Policía Municipal se para a nuestro lado y el agente que conduce nos da los buenos días. Estamos seguros de que nos han visto salir y su compañero y él han pensado: "Vamos a enterarnos de qué manicomio se han escapado esos dos".

Rebasamos la estela de Juan Sagardoy. El viento helado se encañona entre los altos de la Lobera y los del Monte y baja con tal fuerza que se hace insoportable. Ahora que se ha puesto de moda lo de la "sensación térmica", decía el periódico que ayer a las 15,30 horas tuvimos una sensación de unos -6º. Esta mañana tenemos que estar a -10º o -12º. El viento nos da tan de frente que duelen los pómulos.

"Zagalejo de perlas,

hijo del Alba.

¿Donde vais que hace frío

tan de mañana?

Nuestras mujeres, con el grupo de gregoriano, van a cantar por la tarde este villancico de Lope de Vega, en la Residencia de las Hermanitas. Nos damos por aludidos. Vamos a buscar una caseta cuadrada, similar a la Torre de Beratxa, pero más rústica, que está en el Monte.

08,45 horas. Llegamos a la altura del túnel de la Lobera. Cruzamos el canal. Las aguas se agitan haciendo un pequeño oleaje. No están heladas. Entramos por el camino y el abrigo de los árboles y de los zarzales alivia el frío que tenemos.

Hay un roble, magnífico, en la orilla del camino. Saco la cámara. Me quito los guantes. Hago la foto y... casi no puedo volver a ponerme los guantes. Los dedos se me quedan agarrotados ¡qué frío!. Subimos al camino principal que viene del Caserío del Monte.

Avanzamos en dirección E. y llegamos al Corral de los Toros. Son las 09,00 horas. Estamos solos en esa parte de Tafalla. No se ven, ni se oyen, cazadores y el que ha pensado salir a pasear habrá sido más sensato que nosotros y se habrá dado la vuelta en la cama.

De la trasera del Corral sale un camino en dirección O. Lo seguimos y en cinco minutos llegamos a la construcción, en ruinas, que buscábamos. Es un edificio sin techo, fabricado con piedra de mampostería.

Las ventanas y la puertas están hechas con sillares. Se encuentra en muy mal estado, con riesgo de derrumbre en alguna de sus paredes. ¿Qué era? No lo sabemos. Ni el Sitna ni el libro de la "Arquitectura rural de la zona" dicen nada. Pudo ser un telégrafo óptico, que enlazara con al Torre de Beratxa, pero también una cabaña de pastores o un refugio de canteros. "Construcción rural muy típicas son las cabañas. Fueron construídas con diferentes trazas, tamaños y materiales, para refugio de agricultores, guardas, pastores y viandantes, en pleno campo o en la inmediaciones de corrales o en sus serenados"- (Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla) (J.M. Jimeno Jurio)

Algún día, cuando tengamos más tiempo, nos dedicaremos a "husmear" en el archivo municipal. Subimos, entre encinas, hasta lo mas alto de este paraje. Estamos a 566 mts. La vista hacia el O. es imponente. Desde la sierra de Andía, Urbasa, Montejurra, Codés, Sierras de Cantabria y de la Demanda, hasta el Moncayo, todo es una sucesión de montañas blancas y, por las condiciones meteorológicas, cercanas.

A pesar del frío estamos tan a gusto que decidimos orillar, desde allí, un par de piezas y llegar hasta el Corral Nuevo que es el que está encima del Caserío de Camón o del Monte. "En diciembre de 1412 los concejos de Tafalla y Olite hicieron venir a Pero Ferrándiz de Oteiza, ballestero y cazador, a morar a Tafalla, por los grandes daños que ciervos y venados hacían en las mieses y viñas. Residió allí hasta abril de 1414" (Catálogo del Archivo General de Navarra. Sección de Comptos. Documentos) Damos una vuelta por allí, visitamos el pozo arreglado que está en medio de una pieza abandonada y regresamos al Corral de los Toros. A medio camino, en un abrigo, echamos un bocado. Juanjo se ha traído hasta un poco de café en un termo. Regresamos por el mismo camino y en el Corral de los Toros tomamos otro camino que nos lleva dirección N. Lo seguimos y junto a una señal del (SL: sendero local) está la entrada por una senda estrecha, en medio del bosque de encinas, que nos llevará hasta el Corral de la Gariposa.

Son las 10,30 horas. La construcción está bien conservada. En Mayo estuvimos por allí. El paisaje es invernal. Por encima de nuestra cabezas planea, plácidamente, un buitre. Lo observamos con admiración. Ya sabemos que no va a venir a por nosotros porque, además, tendría que esperar a que nos descongeláramos para poder hincarnos el pico.

Bajamos hacia el camino de Valdetina. Son las 10,45 horas. Nos encaminamos hacia Macocha. Algún vehículo, pesado ha tenido que ser, ha pasado por encima de un charco y ha roto el hielo. Pocas veces lo hemos visto tan grueso.

Poco a poco, sin encontrarnos con nadie en toda la mañana, con el viento en la espalda, lo cual es un alivio, llegamos al Camino Viejo de Pueyo.

Seguimos avanzando. La temperatura se ha suavizado algo. A las 11,10 horas llegamos a la presa de Recarte. Baja agua, pero ¡está tan cambiada! Desde la barandilla contemplamos como ha quedado aquello. Falta de hacer la fuente y se ve que las obras no han terminado todavía. Se ve todo tan artificial, con esas mesas de hormigón, esos arbolicos, pero... es lo que hay.

Pasamos por delante del Instituto y entramos en la Panueva. Cuando dan las 11,30 horas pasamos por la Plaza.

Nos ha dado tiempo de todo. Pasear por el Monte y por Tajubo es un placer. Helarse de frío ¡también!. Y nos da tiempo de ir a la Pastorela de San Pedro que por ser domingo la han retrasado a las 13 horas y por la tarde al concierto de gregoriano. El domingo que viene será otro... año.

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Por el Corral del Vaquero a Valdiferrer

Por fin es domingo. Con tanto día de fiesta, trabajar una semana entera se hace cuesta arriba. Cuando llega este mes, entre los puentes y las navidades, se cogen malas costumbres. El otro día escuché un dicho que ha empezado a circular por ahí. Cuando le quieren decir a alguien que no pega golpe, le sueltan: "Trabajas menos que un navarro en Diciembre".

Ayer le llamé al Templao. Ya sabía que estaba mejor de sus dolencias. Me dijo que estaba bien. No había querido ir al médico, pero que no sabía qué hacer, si salir a andar o no. Con malas artes lo convencí para que viniera (le dije que haríamos una corta, que luego resultó ser larga). Después hablé con Juanjo. A éste no hizo falta convencerle de nada. Después de dos fines de semana cogiendo olivas estaba deseando salir al campo a andar.

Son las 08,00 horas. La farmacia marca 2º y Magán 4º. Esto es un misterio. No sé si uno marca de más o el otro de menos, porque Juanjo me dice que en su terraza marcaba 3º.

Cuando llego a la esquina de Mrw llegan El Templao y Goyo. Salimos por la carretera de Estella y nos encontramos con Juanjo que viene. Subimos la cuesta de la Serrería de Palito y pasamos el cruce de la carretera de Miranda.

08,30 horas. Se ve el Corral del Vaquero. Pienso que el camino que hay a la dcha. es el que nos llevará hasta él, pero no es así. Es el siguiente. Tenemos que orillar una pieza y en 10 minutos llegamos al corral. La mañana está fría. Hace más frio que cuando hemos salido. No anda aire pero el cielo tiene un color blanquecino de ¿panza de burro? que no nos extrañaría que cayesen algunos copos. "Durante la Edad Media el capital humano del municipio se aglutinó en torno al cerro de Santa Lucía en derredor de cuyo castillo surgió la población que ahora conocemos. En el resto del territorio no se han hallado evidencias de población estabilizada, excepción hecha de una exiguo lote cerámico recogido en un enclave ubicado en el paraje de El Vaquero, de amplia cronología que arranca en la Edad del Hierro, y que se ha considerado como perduración decadente de un asentamiento romano". (Rosa Mª Armendáriz Aznar) (Tafalla. Revista Panorama nº 32)

Seguimos ascendiendo en dirección N. El camino enseguida se pierde y volvemos a atravesar un par de piezas sembradas. Llegamos al camino que viene de la carretera de Artajona. Como hemos subido del otro lado nos cuesta un poco encontrar la cruz de Corpus Alegría. Estamos en el Almendrolar.

09,00 horas. Llegamos a la cruz. Hace más de un año que no pasábamos por allí. Alguien ha estado recientemente porque tiene un par de ramas de romero sujetas al alambre. Los tomillos y las ilagas, en este tiempo, están sin flor. Saco mi navaja y corto tres o cuatro ramas de romero que está muy lozano y las pongo junto a las otras. Nos sorprende que la placa mire hacia el sur en lugar de al camino. Continuamos. Nos encaminamos a la abejera de Garbayo, pero antes divisamos en la orilla de una pieza una construcción semiderruida pero que, en su día, había estado bien levantada. Es una caseta de tamaño mediano. Con los dinteles y el cabezal de la puerta de piedra de sillería. El tejado lo hicieron con maderos hechos a medida, cañizos y tejas. De un madero que ha cedido vemos algo desagradable. A un perrico lo ataron con una cuerda y está ahorcado. Somos tan civilizados...

De esa caseta a la abejera hay, como se suele decir, un tiro de piedra. 09,00 horas. La Abejera de Garbayo es una construcción hecha a conciencia. Está derrumbada y es muy similar a la de Valgorra. Las abejas tenían trabajo de sobra y el apicultor la recolección asegurada. "Exponente de paraje destinado a este tipo de explotaciones lo tenemos en la "Abejera de Garbayo" en el término del Almendrolar. Es un espacio rectangular, cercado de muro bajo de piedra; en el interior yermo crecen romero, tomillo, espliego y algunos almendros. En el ángulo Noroeste va emplazada una construcción del tipo "B" con varias colmenas orientadas hacia el Sur. Al poniente perdura un grupo de vasos del modelo "A" , mirando hacia el Este. Espacio, construcciones y flora ilustran elocuentemente los cuidados puestos antaño por los propietarios en la cría y explotación. Los modelos antiguos están siendo sustituidos por colmenas modernas rectangulares, de bastidores" (J.M. Jímeno Jurío) (Toponimia Histórico-etnográfica de Tafalla)

En lo alto de estos cerros vemos una construcción en ruinas. No sabemos qué es. Nos dirigimos allí y almorzaremos.

09,20 horas. Es un caserío del que no sabemos el nombre. Consultando, el Sitna tampoco lo tiene catalogado. Esperemos que alguien nos dé el nombre. El edificio, en ruinas, tenía una planta importante. Tiene mucha piedra de sillería y los pilares que sujetaban la techumbre fueron levantados por manos expertas.

Paramos a echar un bocado. Vemos la inmensidad del término. Al otro lado de la carretera La Laguna y su caserío, más allá Candaraiz, El Plano y, al fondo, Moncayuelo. Nos volvemos a contemplar el paisaje del N. Tenemos en primer plano el Caserío de la Aquitana. Detrás toda la Valdorba y los montes que la rodean. La Peña de Izaga se asoma por encima de la Sierra de Alaitz y parece como si empujara a la Higa y quisiera curiosear en las cocinas de los pueblos los guisos que se van preparando para la Nochebuena.

Aquí arriba estamos a 526 mts. de altitud. Todo el campo es cereal. El Templao nos habla de la recogida de la remolacha, que se hacía en este tiempo. Es un cultivo que ha desaparecido. El trajín de carros y galeras hacia la estación del ferrocarril era incesante y, de allí, a Marcilla o Pamplona, a las azucareras, después del pesaje y del correspondiente "descuento".

Estos descuentos, que se hacían empleando cualquier excusa dieron origen a una jota que, eso sí, con mejor intención que estilo, el Templao nos canta:

"La remolacha en el campo
se la come la pulguilla.
Y en llegando a la estación,
el peso y la basculilla"

No le aplaudimos. No vaya a ser que se lo crea y nos cante más.

Con este cuerpo jotero, aunque bastante helados, nos vamos hacia el Caserío de Valdiferrer. Empezamos a descender hasta llegar al camino. 09,55 horas. Salimos a la balsa que está en su orilla. La última vez que pasamos por allí era Septiembre y apestaba. Hoy está totalmente helada y no huele.
En lugar de subir al caserío por el camino más corto, lo rodeamos por el otro camino que da vista a Artajona. Nos asombra ver cómo se ha recuperado el monte después de aquel importante incendio que sufrió hace unos años cuando saltó una chispa de una empacadora y todo aquello ardió como la yesca.

10,20 horas. Llegamos al cruce de caminos que está encima del Caserío de Valdiferrer. Bajamos hacia la carretera de Estella. El descenso es pronunciado pero agradable. Cada vez hace más frío. Hemos oido en toda la mañana unos pocos tiros. Sólo hemos visto a un cazador, pero se ha metido por una pieza y no hemos podido preguntarle qué cazan ahora y qué tal iba la mañana.
A las 10,50 horas, después de visitar otras dos abejeras, una antigua y otra nueva, llegamos a la carretera de Estella. La cruzamos y nos adentramos en Porputiain-Valditrés. Tomamos el primer camino a la izda. y nos dirigimos hacia El Planillo.
La piernas ya empiezan a acusar el esfuerzo, pero andar por el campo es tan gratificante que merece la pena el cansancio. Rebasando la subestación del gas y la hípica, salimos a la carretera de Miranda. Dejamos a la izda. Margalla y por la ladera de Galloscantan salimos a la cooperativa agricola.
Dando las 12,00 horas entramos en el pueblo. Ha sido una mañana de lo más interesante, visitando la abejera de Garbayo y el caserío desconocido. En navidades habrá que organizarse para hacer alguna salida. Nos despedimos y nos deseamos una feliz Nochebuena.

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En los Altos de Guindilla

Hoy he ido solo al campo; como en los viejos tiempos. Le llamé ayer al Templao y me dijo que no podía venir a andar. Aunque parezca imposible, estaba "destemplao". Nada grave, pero no se atrevía a salir y ponerse peor. El hijo de Juanjo también me dijo que su padre no podía acompañarme porque estaba todavía cogiendo olivas. Apuré mi último cartucho y hablé con mi mujer. Me dijo que encantada, pero al rato se acordó de que tenía otras cosas que hacer y que no vendría. Pues nada, me iré solo. No están los tiempos como para buscar gente "a jornal".

Son las 08,00 horas. Si me deja la niebla iré por la carretera de Estella unos kms. y por el Corral del Vaquero subiré a la Abejera de Garbayo. Llegaré hasta la cruz de Corpus Alegría, le pondré unas matas de tomillo y subiendo al Caserío de Valdiferrer bajaré al Planillo y a casa.
Salgo a la calle. Hace frío, pero no sé cuánto porque Magán marca 0º y la farmacia -2º. Lo del otro día debió ser por algún pacto constitucional. Por las Casas Baratas me encamino hacia la carretera de Estella. El día parece despejado. ¡Error! Cuando llego a la Cooperativa Vinícola la niebla está agarrada. No me gusta. No merece la pena seguir porque, además de no ver paisaje, me puedo despistar en cualquier camino y terminar quién sabe dónde. Hemos tenido experiencias con la niebla que, si bien no han sido dramáticas, han sido desagradables.
Por si acaso, tengo pensada una solución en la recámara. Me voy a Valgorra que se ve despejado. Vuelvo sobre mis pasos y, por lo que en Tafalla se llama con mucha guasa "el paseo marítimo", llego a la Fuente del Rey. Son las 08,40 horas. Cruzo el túnel de la autopista y subo hacia el Juncal. A las 08,50 horas estoy en el segundo cruce de caminos y tomo el de la izda. Los charcos tienen una buena capa de hielo. Voy bien abrigado y no me quitaré los guantes en toda la mañana.

Empiezo a ascender en dirección a la Cabaña Redonda.

Me meto en la pieza que está debajo de ella. Al abrigo de una isleta de chaparros se encuentra la Abejera vieja de Valgorra. Está abandonada y en ruinas, pero fascina ver esa construcción.

09,05 horas. Cabaña Redonda. Me dentengo un momento. La vista de Tafalla es muy buena.

Las nieblas se agarran hacia el S. y al O. He acertado viniendo aquí. Hago unas fotos y salgo. La construcción está como siempre. La respetan los visitantes y el lugar merece la pena ser visitado. Voy a subir al Alto de la Guindilla (Jimeno Jurio le llama Alto de Valdelobos). Hace unos cuantos años que no paso por allí, seguramente desde antes de poner los molinos. Abandono las pista construida para el mantenimiento y subo por una senda estrecha. Como lo hacía cuando allí no había nada. Son las 09,35 horas. Estoy en la cima. "Diminutivo de guinda. Probable apodo en origen. Topónimo moderno, sin precedentes documentales anteriores al siglo XX. Altos que componen el cordal de separación de Valdelobos (N) y Valgorra (S), sobre todo su vertiente meridional. Culminan en el Alto de Valdelobos (631 mts)" (J.M. Jimeno Jurio) (Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla) Mi altímetro marca 626 mts. de altitud. Estoy en el segundo "techo" de Tafalla. El primero es Buskil con 638 mts. Al Alto de la Guindilla no sube casi nadie y merece la pena. Miro hacia el N.; es un espectáculo. El día está limpio y recorro con la vista, de O. a E., los montes conocidos: Guerinda, San Pelayo, la Higa, Alaiz, la Peña, Erreniega, Andía, San Donato, ... Los de la Sociedad de Montaña Alaitz hoy han ido a Moriones para subir al Antxurda que es la cima de la sierra de Izco. El autobús los esperará en el pueblo y vendrán a Tafalla a celebrar en una sociedad la última salida del año ya que llega el parón navideño. Me alegro por ellos. Van a disfrutar en los pinares de Sabaiza y en los robledales de Izco.

En el abrigo de unas rocas aprovecho para echar mi pequeño almuerzo. Hay bastantes cazadores a juzgar por los tiros. Deben de estar a la malviz. Los molinos no paran de dar vueltas. Sus aspas miran al N. pero apenas se nota el viento. Decido bajar. Por la pista arreglada me dirijo a la subestación. A las 09,50 horas tomo el camino de la dcha. y sigo descendiendo hasta llegar a la caseta del Fraile. Me adentro por el primer camino a la dcha. Le echo un vistazo a la fuente de Valgorra. Está seca. Sigo por ese camino hasta que llego a la altura del Caserio de Goyena. Son las 10,10 horas

Me adentro en sus ruinas. Hago fotos y me imagino lo importante que sería tener información sobre la actividad de esta construcción. Vuelvo al camino. Sigo descendiendo. En los olivares que flanquean el camino se oyen voces y ruidos de las máquinas vibradoras. Algunos cantan y se rién. Buena señal, la cosecha viene bien. Dos jinetes vienen hacia mí; son Grela y Aldunate. Nos paramos un poco y hablamos del campo. Me dicen que no quieren poner los caballos al trote para que no suden porque con este frío les entran enfermedades y hoy conviene que vayan al paso, entren en calor y a la cuadra.

Salgo al mismo camino por el que he subido a la Cabaña Redonda y llego de nuevo a la Fuente del Rey. Son las 10,50 horas. "Denuncias, 1908: De una crónica tafallesa. "Han sido denunciados dos muchachos, por los agentes municipales, por enturbiar el agua de la Fuente del Rey. Asímismo, lo han sido otros, por robar manzanicas de pastor, en el caserío de Fernández y cazar grillos de reclamo" (José Menéndez de Esteban)(Retazos de vida tafallesa).

En lugar de salir al polígono decido darme "la vuelta a los pinos". Así se le ha llamado siempre a pasear por los pinos de la Estación. Hace años que no pasaba por allí. Han hecho alguna repoblación y han puesto postes indicadores para paseos en bici. En la cuesta que baja hacia la Estación, se ve que la niebla llega hasta la plaza de toros. Por el túnel que atraviesa la vía llego al pueblo. Son las 11,10 horas.


El día ha mejorado algo, pero apetece meterse en casa. Sobre todo esta tarde que es la final del cuatro y medio. Veremos si el domingo que viene el Templao se ha recuperado y Juanjo ha terminado con la oliva, si no...

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Nos vamos a Artajona

Hace unos 14 años que el Templao se inventó una excursión larga para el día de la Constitución. Caiga como caiga nos vamos a Artajona, por carretera, almorzamos en la fuente que está a la entrada del pueblo y nos volvemos. Nos metemos 22 kms. en una especie de test para los pies de cara a la futura Javierada o al viaje a Ujué.


Javier, cuando la inició, se iba solo. A los años me uní yo.

Hay otra curiosidad.
Como el trayecto es largo, llevamos almuerzo. Habitualmente lo hace él y siempre es (y tiene que ser) tortilla de gambas. El primer año que fuimos juntos me dijo que él llevaba los bocadillos y que yo me encargara del vino.

¿Del vino? pregunté incrédulo.

Javier me contestó: ¡Hombre claro! A esta excursión hay que llevar vino, porque si almorzamos con agua, igual las gambas protestan y dicen ¿más agua? ¿pero esto qué es?.
Le llamé a Juanjo y me dijo que no podía venir. Están cogiendo olivas y hay que aprovechar los días de fiesta y los parientes.

Saldremos el Templao y yo, como en los viejos tiempos.

Son las 08,00 horas. El día está muy nublado pero no llueve. Magán y la farmacia marcan 10º. No me lo creo. Me froto los ojos y siguen coincidiendo. Me quedo paralizado. Este espectáculo no se ve todos los días.

Javier, con sus 82 años recién estrenados, ya me está esperando en la esquina de MRW. Salimos. Por el polígono Abaco subimos carretera arriba. Los sembrados ya están nacidos y las viñas han perdido las hojas. Los sarmientos se retuercen desnudos, como si implorasen la tijera de podar que los libre de los hielos y las nieves. Los robles se visten de marrón y rojo y nosotros, desgranando recuerdos de otros paseos, llegamos junto al túnel de la Lobera. Hemos pasado junto al término de Salobral.

"Hay en jurisdicción de Tafalla distintos parajes salobres(...) El topónimo se aplica al territorio que flanquea la carretera de Artajona, entre el Monte, Lobera, Aquitana y Pedrera. Sucesión de cerros altos, con abundancia de peñas de arenisca. Lo cruza de S. a N. el Lavaco que va paralelo al camino de Artajona. Algunos lo amplían hasta incluir en él la cabaña cónica de Gurrucho". (J.M. Jimeno Jurio) (Toponimia histórico-etnográfica de Tafalla).

Pasamos junto al Caserío del Monte y llegamos al alto de Artajona. Son las 09,25 horas.

Por primera vez divisamos la villa. Comenzamos a descender. La carretera está muy arreglada.

Llegamos al cruce del canal. Nos sorprende la poca cantidad de agua que lleva. Será lo normal en este tiempo húmedo. Al terminar las curvas enfilamos la recta que nos llevará hasta nuestro objetivo. El regadio ha llegado también allí. Hay grandes piezas con los hidrantes puestos. A nuestra dcha. un extenso campo de maíz está esperando a la recolección. A la izda. otra enorme pieza con unas hojas verdes pequeñas que no sabemos qué son ¿soja?

10,00 horas. Llegamos a la fuente. Xabi, nieto del Templao, ha venido con el coche a traernos los bodadillos recién hechos. Saco el vino de la mochila. El Templao ha traído también vasos, sacacorchos, servilletas, postre. Es un "organizao". Cuando hemos llegado empezaba a llover un poco, pero ha parado enseguida. La tortilla está como nunca. Xabi también ha traído para él un pequeño bocadillo.

Se puede decir que es un almuerzo familiar. Me explico. Xabi es nieto del Templao. Tiene dos hijas: Haizea y Araia que, por lo tanto son biznietas de Javier, pero es que además esas dos hijas resultan ser también sobrinas-nietas mías. Vamos, que más que unos amigos almorzando en la fuente de Artajona, somos.... un clan.

Terminamos con unos pasiegos y una especie de, contundente, turrón. Nos vamos. Xabi recoge al Tao (es su perro) y se monta en el coche para regresar a Tafalla. Nosotros volvemos por donde hemos venido.

Llegamos a las primeras rampas del puerto. Los kms. de la venida empiezan a pesar, pero también pesan las gambas, el vino y el postre. Ya sabemos lo qué es esto. Todos los años igual. Le echamos un poco de moral y tranquilamente nos plantamos, nuevamente, en el alto.

Son las 11,30 horas. La temperatura es muy agradable y encima no llueve. Hay una pieza, grande, de cereal a nuestra derecha. Me cuenta el Templao que eso era una viña de Pascual y Lasa. Hace años, cuando la vendimia empezaba el día del Pilar, se metían en Todos Santos vendimiando. Ya está todo terminado menos la viña de Pascual y Lasa, se solía decir en Tafalla.
Era la mas tardana de todas. Estamos a 529 metros de altitud y en todo el caracierzo.

Comenzamos a bajar. Pasamos junto al caserío del Monte o de Camón en las faldas del Monte Alto. "La venta del Monte Alto se hizo en tres veces: la primera al terminar la guerra de la Independencia, la segunda terminada esta de los siete años. D. Bonifacio Cortés y un Huarte quisieron comprarlo todo, pero el Ayuntamiento lo partió en lotes y lo vendió en subasta. Como recién roturada, esta tierra traía grandes cosechas con labrados que entonces les llamaban de macho; se hicieron casas de mucha hacienda". (Angel Morrás) (Escenas de la vida tafallesa).

Seguimos descendiendo. Pasamos nuevamente junto al túnel de la Lobera. A partir de aquí, el barranco del Abaco nos acompañará todo el camino.

Poco antes de entrar en el pueblo nos paramos junto al hito que recuerda la muerte de Juan Sagardoy por una chispa. Llegamos a la cuesta de la Torres. Subimos y observamos un momento el corral de Chera. Son las 12,30 horas y se pone a llover. Bajamos hacia la calle Mayor. Al llegar a la Casa de la Rejas, en la que vivían los Sagardoy, el Templao me enseña el ventanuco por el que antiguamente metían la uva. Él, como de chaval vivía en la calle Santa María, bajaba a la bodega de la casa. Recuerda a dos hombres, remangados y casi abrazados, pisando la uva. Mientras hacían el trabajo tenían el cigarrillo en la boca. La ceniza caía al mosto.


Nos despedimos en la plaza. Hemos cumplido otra año más nuestra especie de "promesa". El domingo que viene, si el tiempo no lo impide, patearemos el campo.

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