domingo, 25 de abril de 2010

Paseando por Abaiz

Este domingo salimos del término de Tafalla. Hacía tiempo que teníamos ganas de volver a Abaiz. El Templao y yo estuvimos allí por primera vez en el año 2003. Aquello ha cambiado algo, sobre todo los caminos. Ha salido un día estupendo. A las 8 de la mañana la temperatura en Magán es de 14º y la farmacia 13º. Cojo el coche y me voy a la plaza. Salimos de allí El Templao, Goyo, Juanjo, Jósé Luis y yo. Nos vamos a Lerga.



08,25 horas: Aparcamos en Lerga, junto a la iglesia. De allí sale un calle, que luego se transformará en camino. Al comienzo de la calle, a la izda., hay un letrero indicador de sendero local que marca el itinerario que llevaremos. El recorrido es Abaiz-San Ginés.


El suelo encementado y con una franja de baldosas rojas en el centro, deja paso a un camino blanco de concentración. Caminamos entre campos de cereal, viñas y árboles. Nos admiramos del paisaje. Andamos por Tafalla y nos encandila lo que vemos. Salimos a un despoblado y es una maravilla cada loma, ver el agua correr por un regacho a nuestra dcha...La naturaleza no deja de sorprendernos.

Lo bueno que tiene ir a Abaiz es que siempre lo estás viendo al fondo. La silueta de las ruinas de su iglesia nos orienta. Hay un par de cruces de caminos, pero tener esa referencia al frente nos permite observar, y saborear, lo que tenemos alrededor.


08,50 horas. Cruce de caminos. El de la izda. parece que sube al despoblado, pero pronto nos damos cuenta de que no es así. Volvemos y tomamos el de la dcha. que, aunque desciende, enseguida comienza una suave ascensión que nos lleva hasta Abaiz. Son las 09,00 horas.

Observamos el entorno. Las ruinas de la iglesia y de las casas. Juanjo, hombre culto y previsor, ha tomado estas notas de la Enciclopedia Navarra que editó la Can. Nos las lee y comprendemos mejor dónde estamos. Cuando termina, me da el papel para que reproduzca el texto aqui: "Antiguo lugar del valle de Aibar, en el término de Lerga. Un texto del s. XI lo sitúa en Valdonsella. Su monasterio, San Pedro, fue donado a la abadía de Leire por Dña. Oria Aznar (1095). Existía también una iglesia de Santa Cruz, advocación cambiada siglos después por la de Santa Elena. La villa fue permutada por la de Sancho VII el Fuerte a Dña. Narbona, mujer de Martín Subiza (1205), pero antes de acabar el s. XIII se había reintegrado al patrimonio de la Corona. En 1307 fue donada a Ojer de Mauleón, a cuya familia seguía pernteneciendo en el s. XVI. Posteriormente fue señorío jurisdiccional de los duques de Granada de Ega.
Abaiz matuvo su carácter de lugar de señorío hasta la desaparición de este tipo de régimen jurisdiccional, en el primer tercio del s. XIX. Era entonces señor del lugar el duque de Granada de Ega. Del mismo señorío formaba parte el despoblado de Aldea (1366, 4 fuegos de labradores. En 1437 un sólo fuego).

Con la reforma administrativa del la primera mitad del s. XIX, en que perdió su carácter de villa de señorío, quedó como villa propia del valle de Aibar. Más tarde se incorporó al municipio de Lerga. En 1366 contaba con tres fuegos. Quedó despoblado en 1428 hasta el s. XVII. En 1646 tenía tres fuegos, reduciéndose a uno en 1678. En los nomenclátores de población posteriores aparece com 22 habitantes en 1786; 35 en 1857; 14 en 1887; 29 en 1910; 5 en 1920 y ninguno en 1930". (Enciclopedia de Navarra. Tomo I, p. 23)

Las ruinas de la iglesia de Abaiz son para verlas. Todavía se conserva un pequeño crismón y en la nave central abundan las piedras y las zarzas.




Cerca de este edificio, hay una roca plana que nos sirve de mesa. Echamos un bocado. Salimos hacia San Gines. Para ello tomamos la dirección del alto de Lerga. Cuando estuvimos el Templao y yo hace siete años, ese camino era de herradura y se convertía después en una estrecha senda. Hoy está ampliado, con arena blanca y gravilla, ideal para que puedan transitar vehículos. Pasamos junto al corral de Casasierra. Los robles ya están verdeando, pero abajo, a nuestra altura, en la cima del Chucho, todavía se ve el tono marrón invernal. En un alto vemos tres o cuatro chopos muy frondosos. La presencia de agua allí es indudable. El barranco, que puede ser el Indusi, que discurre a nuestra izda. y que recoge las aguas del Chucho y del alto de Lerga, lleva agua, pero desde el camino no se ve. Está lleno de matas, árboles y zarzas.

El camino comienza a ascender. Goyo ironiza porque ayer le dije que era un recorrido prácticamente llano. Y tiene algún falso llano, pero poco a poco nos va subiendo hasta las proximidades de la carretera del alto de Lerga. A nuestra dcha., en un alto, pasamos cerca del corral del Txutxu.

10,20 horas. Llegamos a San Gines. "Monasterio de San Ginés (Ruinas)
A mediados del siglo XV está documentada la construcción del monaterio de San Ginés, próximo a la villa, por el camino que se va a Ujue de romería, lugar de visita recomendado.
En la basílica dedicada a San Ginés, resto de un antiguo convento de templarios, había un prior que era de provisión del rey. (Todavía hoy se cuenta que entre los restos del monasterio se encuentra el "anillo del abad
")"

San Ginés, que ya no tiene cubierta, no conserva mas que los muros y un par de pilares. Se transformó en corral de ganado ovino y todavía se ven los restos en el suelo de la actividad ganadera. En lugar de salir a la carretera, bajamos hacia Lerga por la trasera del monte Indusi. Está cercado porque hay caballos sueltos. El camino es agradable. Desciende en fuerte pendiente. A nuestra dcha. se abre toda la Val de Aibar que en esta época está magnífica.

A las 10,50 horas entramos en Lerga. Nos dirigimos al coche, pero antes nos acercamos a la iglesia que, aunque está cerrada, merece la pena, con su entorno, cuidado y limpio, que hace de atrio.

Regrasamos a Tafalla.


domingo, 18 de abril de 2010

Galindarte-Valdetina-Pueyo


El día está nublado. Salgo de casa y chispea un poco. Además, me encuentro con algunos trasnochadores y van un poco "achispados". Son las 08,00 horas. El enfrentamiento entre los dos termómetros empieza a preocuparme. Magán 11º y la farmacia 8º. ¡Cómo nos vamos a poner de acuerdo las personas, si no lo hacen ni los termómetros!
En la plaza me esperan José Luis, que ya ha venido de su viaje por Holanda y Bélgica, el Templao, Goyo y, al momento, se incorpora Juanjo. No parece que el día amenace con mucha agua, así que decidimos salir hacia Valdetina como habíamos acordado. Subimos por los Jardines y por el Instituto y, a las 08,20 horas, llegamos a la Presa de Rekarte.

El panorama es desolador. El río está irreconocible. Hay un andamiaje y se comenta que, en el terreno que quede cuando la quiten, reconstruirán la fuente y podrán mesas y bancos.



Camino adelante, pasamos por el antiguo Molino de Macocha. "De los tres molinos propiedad del concejo vecinal durante el siglo XVIII, era el de Makotxa el más pobre... Fué vendido, con otro bienes comunales, durante la guerra contra los invasores franceses (1811). Actualmente perdura el edificio, muy reformado y convertido en vivienda, entre el camino (O) y el río (E)". (J.M. Jimeno Jurio. Toponimia histórico-etngráfica de Tafalla).

A las 08,30 horas llegamos al cruce de caminos. El de la dcha. va a Pueyo y el de la izda. sube a Valdetina.
Avanzamos por el camino de Valdetina. A nuestra dcha. está Galindarte, que muga con Pueyo y a la izda. el final de la Pedrera, que da paso a la Gariposa. Arriba, en un cerro, entre encinas y chaparros, está el corral del mismo nombre. Hace mucho tiempo que no lo visitamos. Habrá que organizar una excursión.
Seguimos adelante y llegamos al camino que viene de Pueyo hasta la fuente. Torcemos a nuestra izda. y llegamos a la fuente de Valdetina. Son las 09,10 horas. Los dos caños llevan un buen caudal de agua. El día sigue tristón, pero no llueve. En la mesa que está junto a la balsa sacamos nuestras "viandas" y echamos un bocado.


Volvemos un instante sobre nuestros pasos porque vamos a ir a Pueyo. 09,25 horas. Llegamos al letrero que indica las direcciones. Lógicamente, seguimos la dirección contraria a Valdetina. Ese camino, que es el Camino de Artajona, nos llevará hasta el pueblo. A nuestra izda. tenemos el término llamado Ikaizgibela. Paramos un momento. El paisaje merece la pena. Identificamos las cimas. San Pelayo. Al fondo la Peña de Izaga. A su izda., la Higa. Le sigue la Peña de Unzué y, cerrando todo ese cuadro, las cimas de Alaitz y Carrascal.


Seguimos. Más adelante, el barranco de Arambero nos acompañará, a nuestra izda. , casi todo el camino.


10,00 horas. Entramos en Pueyo. Vamos por el extremo norte para bajar a la estación de ferrocarril. Guillén el florista nos pregunta si venimos de Valdetina. Le decimos que sí y que nos volvemos para Tafalla. Cabecea con envidia ¡menudas piernas tenéis!


Bajamos hasta la carretera que va paralela a la vía férrera. Seguimos estación adelante y tomamos el camino asfaltado que baja hacia el río, a los invernaderos. Hay un puente que nos permite salvar el obstáculo. Juanjo comenta que, a veces, ha venido a pescar ahí con su pequeña barca. Que cubre más de lo que parece. Son las 10,30 horas.


Llegamos a los invernaderos de flores y ahí mismo cruzamos la vía férrea y salimos a la carretera general. A partir de ahí todo el trayecto será por carretera. Ya lo he comentado otras veces. Al Templao, sobre todo en estas fechas con la romería de Ujué encima, le gusta combinar caminos con asfalto para endurecer los pies. A las 11,15 horas llegamos a Tafalla.

domingo, 11 de abril de 2010

Valgorra-Pozuelo-Santa Zita

Quería el Templao que fuéramos por debajo de los molinos del Alto de la Guindilla hasta Santa Zita y acertamos con la excursión. El aspecto que ofrece Valgorra es único. Los campos están verdes, ansiando las calores después de este invierno frío y húmedo. Hay varias plantaciones de almendros a los que no les cabe una flor más. Los romeros, las ilagas y los endrinos pugnan con ellos, para ver quién ofrece mejores galas.

Son las 08,00 horas. Magán marca 10º y la farmacia...8º. No hay manera. No quieren ponerse de acuerdo. La mañana está fresca. El cielo limpio. Los últimos rezagados de Alaitz se apresuran para no perder el autobús.

En la plaza están el Templao, Juanjo y Félix. José Luis está por Holanda cantando con la Coral Tafallesa y Goyo se ha ido de balneario. Salimos.

Vamos a subir por la Fuente del Rey. Al llegar al Juncal, tomaremos el segundo camino de la izda. para adentrarnos por Valgorra, sin llegar a la caseta redonda. "Existen juncales en muchos parajes del término municipal tafallés. Dan el nombre preferentemente al barranco que desde los altos de Valdelobos va al de Valgorra, y a las tierras del tramo final" (Toponimia Histórico-Etnográfica de Tafalla. J.M. Jímeno Jurío).

Por ese camino que llevamos, a las 08,55 horas, estamos en la fuente de Valgorra. Está seca. Ya hemos comentado alguna vez que es una fuente de invierno húmedo. En cuanto deja de llover, se seca. Salimos al camino que viene del principal de Valgorra y subimos dejando a la izda. la caseta del fraile. Enseguida torcemos a la dcha. y a las 09,05 horas, llegamos al caserío de Pozuelo. No nos entretenemos y continuamos camino adelante, de frente, descendiendo suavemente para, poco a poco, ir subiendo hasta llegar a una pieza que, inevitablemente hay que atravesar y llegar a la Cruz de los de Pueyo. Son las 09,20 horas. Contemplamos un momento el paisaje. La vista es magnífica. Y al fondo, Ujué, a donde iremos a primeros de Mayo.

Comenzamos a descender para llegar a la ermita. Es el "tourmalet", como le llama el Templao, pero es verdad que la bajamos más a gusto que la subimos. Al llegar al camino principal nos despistamos y torcemos a nuestra izda., pero nos damos cuenta del error al momento; volvemos sobre nuestros pasos y enseguida estamos en los merenderos que hay junto a la ermita. Son las 09,35 horas y es hora de echar un bocado. Mientras descansamos, recordamos a Jesús Viela, el antiguo ermitaño. Los ratos que pasamos con él. Las cosas que nos contaba. Juanjo dice que ha oído que hay ermitaño nuevo. Bajamos hasta la ermita. No hay nadie, pero todo está limpio y cuidado. Pueder ser verdad lo que dice Juanjo. Algún día coincidiremos con él y le "presentaremos nuestros respetos".

Por el camino que hemos traído otra veces, que corta toda la ladera de la Carravieja, volvemos para casa. Este camino es un verdadero balcón. En algunos tramos, la vista del canal a nuestros pies es impresionante. Seguimos andando hasta que, en suave ascensión, llegamos a unos molinos. Seguimos camino adelante y, cuando damos vista al Corral de Valgorra, cruzamos una ladera y bajamos al camino que nos llevará al Portillo del Aire.


Corral de Valgorra. "En el mes de Abril de aquel año (1867), en el corral de Balgorra se notó la falta de siete carneros. Sospecharon de un andaluz que tenía una pieza cerca del corral, llamado Antonio López (a) Potage, le registraron la casa y le encontraron el último carnero y algunas pieles. Su mujer confesó el delito. El juez pregunto a Potage si era cierto que había robado siete carneros y Potage, que había adoptado un aire de cínico y de gracioso, respondió: - Es mentira, zeñó juez, y gana de quitar la honra a un hombre; yo no he cogido más que seis -


Fué condenado a varios años de presidio pero salió luego a la calle, comprendido en el indulto que dieron cuando la batalla de Alcolea" (Memorias de Angel Morrás. Escenas de la vida tafallesa).


El portillo del aire ya no existe. El canal ha abierto un tajo tan grande que no sabemos hacia dónde ir. Hacia el S. vemos que hay un paso en ese "cañón". Cruzamos y tomamos el camino que baja a la carretera. Al llegar a ella, 11,15 horas, vemos que hemos salido más allá de la granja de Calonge. Volvemos por la carretera. A las 11,30 horas estamos en el pueblo.




Éste es el enlace para ver el recorrido.